Implementar hábitos de sueño saludables y unas rutinas de sueño son esenciales para un buen descanso. Y un niño bien descansado es un niño más feliz, más saludable y con mejor rendimiento escolar..
Por eso en Tutete hemos preparado este artículo que deseamos que os ayude a conseguirlo.
Consejo antes de seguir leyendo: sabemos que cada niño es un mundo, pero es cierto que hay unas horquillas de sueño (orientativas) recomendadas en función de su edad.
Si quieres saber cuántas horas se recomienda que duerma un niño te invitamos a que leas este artículo.
5 claves para mejorar el rendimiento escolar de tus hijos con hábitos de sueño saludables
La importancia de un buen sueño reparador es fundamental para la salud, pero también es clave para el rendimiento escolar de los niños ya que juega un papel crucial en su capacidad cognitiva.
Dormir adecuadamente permite al cerebro de tu hijo consolidar la información aprendida durante el día, mejorar la memoria y la capacidad de resolver problemas.
5 claves para establecer las rutinas de descanso
Cuando los niños están más descansados, disfrutan más del cole y están más concentrados en las clases.
Con estas 5 claves que te damos, os va a ser más fácil establecer unas rutinas de descanso después de estas vacaciones de verano:
- Horario “fijo”: claro que puede haber imprevistos y que el tener cierta flexibilidad es importante para el ambiente familiar, pero establecer una hora para ir a la cama y despertarse, incluso los fines de semana, ayuda a regular el reloj biológico de los niños.
- Ambiente propicio para el sueño: cread un ambiente agradable, tranquilo, oscuro y fresco en el dormitorio. Las cortinas opacas pueden ser una buena opción.
- Rutina de relajación: incorporad actividades relajantes antes de dormir, como leer un libro, o escuchar música suave. Además, de dedicar tiempo al baño. Son rutinas que además de ayudar a relajarle, va a asociarlas a irse a la cama, de manera natural.
- Limitar el uso de dispositivos electrónicos: si podéis evitar el uso de dispositivos electrónicos al menos una hora antes de dormir, va a ser de una gran ayuda para su sueño. Ya que la luz azul que emiten puede interferir con la producción de melatonina, la hormona del sueño.
- Alimentación y ejercicio: una buena digestión es importante para conciliar el sueño. Evitar alimentos que les produzcan picos de azúcar y tener en cuenta la hora de la cena les va a ayudar a conciliar el sueño. Por eso, es importante que los niños no consuman alimentos pesados ni con grandes cantidades de azúcar antes de irse a dormir.
Además, el ejercicio regular puede ayudar a mejorar la calidad del sueño, siempre que no se realice demasiado cerca de la hora de acostarse.
3 consejos prácticos para aplicar horarios y rutinas de sueño durante el colegio
Uno de los motivos por los que los peques no quieren irse a dormir es porque tienen miedo la oscuridad. Si es vuestro caso, te recomendamos leer este artículo que propone soluciones (entre ellas, ponerle en la habitación una pequeña “lámpara quitamiedos”).
Pero además de ese posible miedo, el ritmo del día a día hace que no siempre sea fácil poner en práctica las rutinas del sueño.
Para ayudaros a conseguirlas, garantizar un buen descanso y ayudarle en su rendimiento escolar, queremos compartir contigo 3 consejos adicionales:
- Comunicación: habla con tu hijo sobre la importancia del sueño y cómo afecta su rendimiento escolar. Además de entender el motivo de esas “normas” puede motivarles a seguir las rutinas establecidas.
- Imitación: a los peques les encanta imitarnos. No solo en los juegos sino también en las pequeñas acciones del día a día. Por eso, ver que el resto de familia también sigue una rutina les ayudará a no ver las suyas como algo injusto que solo hacen ellos.
- Implicación: a los peques, como decíamos, les gusta sentir que hacen “cosas de mayores”. Es importante involucrarles en las rutinas. Que participen en ellas y que no las ven como algo impuesto ajeno a ellos.
Esperamos estos consejos sobre rutinas de sueño contribuyan a la armonía familiar y le ayuden a tu hijo a levantarse descansado y por tanto de mejor humor y con energía para tener mayor rendimiento escolar.