Por Carmen Osorio. Periodista y experta en Adicción a las Nuevas Tecnologías
Imagina un restaurante. Varias mesas con comensales. Unos cuantos de ellos son niños. Todos están con una pantalla en sus manos. Están comiendo pero sin gozar ni de la comida ni de lo más importante que tenemos: la compañía.
No tienes que imaginarlo. Es real. Sucede a menudo. Lo hemos normalizado. Hemos dado por válido el uso de pantallas en casi cualquier situación y a cualquier edad. El uso de pantallas se ha vuelto abusivo, así lo reflejan numerosas encuestas y estudios. Y no nos hemos parado a pensar cómo nos está influyendo esto y cómo les influye a nuestros hijos a muchos niveles: cognitivo, social, atención, salud física y mental.
Hoy sabemos que, en España, uno de cada tres menores de entre 11 y 17 años, hace un uso problemático de Internet y de las redes, cuyos síntomas coinciden con la adicción. Y sabemos que el 80% de los menores en esa franja de edad pasa más tiempo del recomendado por las principales instituciones/asociaciones sanitarias del mundo. Y no por poco sino duplicando y triplicando esos tiempos, con lo que ello supone para su desarrollo. En etapas más tempranas, el uso de pantallas también supera ampliamente los tiempos recomendados, estando desaconsejado en los primeros años de vida.
Un uso responsable de pantallas, ¿cómo hacerlo?
El uso responsable de pantallas esta Navidad, y todo el año, no lo olvidemos, depende en gran parte de las familias. Empecemos por respetar el desarrollo temprano en las primeras etapas de la infancia lejos de pantallas; es un objetivo al que no deberíamos renunciar. Un consumo temprano determina el consumo que se haga en etapas posteriores y en la vida adulta. Además, el lenguaje, la coordinación, la gestión de emociones son algunas de las muchas habilidades que se aprenden en las etapas iniciales de desarrollo y que son más difíciles de adquirir a medida que pasa el tiempo.
Cuando el niño ya alcanza un mayor nivel de madurez, lo ideal es hacer un uso progresivo de los dispositivos, con contenidos adecuados a su edad y acompañados. Sabemos que la supervisión parental es muy baja es España y lógicamente, esto se convierte en un factor de riesgo cuando se trata del acceso a contenidos inadecuados y a un uso abusivo/adictivo de estos dispositivos.
Ser ejemplo de buen uso de las pantallas es algo que también ayuda a un uso responsable de las pantallas. ¿Cuántas veces fallamos en esto? Hay estudios que han demostrado que el consumo de los menores crece a medida que lo hace también el de sus padres por dos motivos fundamentales: uno, los niños tienden a imitar los comportamientos de sus padres, y dos, padres que hacen un consumo abundante de las pantallas tienen una visión más positiva del efecto de las pantallas.
Tenemos, además, que plantearnos la importancia de jugar más allá de una pantalla. De ser capaces de jugar con los que tenemos al lado. Jugar a esos juegos de toda la vida, como este estuche de 50 juegos reunidos. Esos juegos que hoy parecen olvidados pero que te hacen redescubrir lo divertido que era jugar de esa manera. Porque jugar en analógico, en el mundo real, con las personas con las que estamos… debe ser una prioridad para las familias. Y más ahora en estas fechas en las que disponemos de más tiempo en familia.
Como madre de cuatro hijos de edades entre los 14 y 6 años, no te voy a decir que sea fácil pero sí te digo que un consumo responsable y limitado es posible. Muchas familias ya lo hacemos así. Y no sólo es que sea posible, es que es muy recomendable para la salud de nuestros hijos. Los beneficios de lograr un uso responsable de las pantallas en los menores son múltiples: niños más felices, más regulados, más conectados a su entorno, a los demás y a sí mismos, a sus emociones, más empáticos, con más habilidades para la comunicación…
Claves para una Navidad sin pantallas
Si quieres desconectar en estas fechas para conectar con tus hijos y con las personas que tienes cerca y de verdad son las importantes, no olvides:
- Dale al botón off en las reuniones familiares: no necesitas estar conectado al mundo online sino a la gente con las que estás.
- Aprovecha para pasear por tu ciudad o pueblo. Investiga sobre los planes para estas fechas que se hagan en el lugar donde vives y apúntate a ellos.
- Sal a la naturaleza y ¡muévete!: vuelve a subirte a la bici, al patinete, ponte unos patines, corre, dale a la pelota, muévete… porque el ejercicio también te aleja de las pantallas y mejora tu estado de ánimo.
- Juega todo lo que puedas: Juega fuera, dentro de casa, sentado o en movimiento, a juegos de toda la vida o a juegos que están de moda, como este juego Steam que está arrasando. El juego con tus hijos es una forma de conectar como no hay otra igual.
Los recuerdos que hoy construyas son los que de verdad perduran en el tiempo. Y eso solo se hace en analógico, en el mundo, real, en el de verdad. Es tiempo de juntarse para disfrutar de lo que de verdad importa. Disfruta de las fiestas que llegan como de verdad hay que disfrutarlas. Conéctate a los que están cerca y desconecta de aquello que, aunque lo veas en tus manos, en realidad, está lejos.
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