«La infancia es única y debe ser cuidada y respetada por todos, ya que marcará el futuro del niño y su forma de ver el mundo”.
Alejandra Melús es maestra de Educación Especial y experta en Atención Temprana e Intervención Psicomotriz y trabaja con niños de cero a seis años realizando sesiones individualizadas de tratamientos especializados.
Podéis seguirla en su blog Atención Temprana y Estimulación
¿Qué beneficios tiene educar en la diversidad?
Si me preguntan ¿que es la educación? Yo pienso en el conjunto de valores que se adquieren a lo largo de la vida, tanto en familia, como en la escuela o en cualquier entorno que nos rodee.
Muchas veces se piensa que la educación es sólo parte de uno de estos espacios, o del ámbito educativo o de la familia, pero yo creo firmemente en la necesidad de uno del otro. Es decir, sin una conexión entre ambos, algo acaba fallando en la educación que reciben nuestros hijos.
Desde hace algunas décadas se observa un gran cambio dentro de la educación tanto en el colegio y las universidades como en familia, ya que el niño recibe mayor protagonismo y participación en todo este proceso.
Ya no es un sujeto pasivo de su educación, sino que es el protagonista de ésta. Aprende razonando y no sólo memorizando como hacía antes, explorando y experimentando, la parte práctica va abriéndose un hueco junto a la teórica.
Pero, ¿no pensáis que se sigue educando en unos valores generales? ¿Por qué no se tiene en cuenta la individualidad? ¿Por qué seguimos educando a la masa?
Sé que muchos me diréis que es muy complicado educar de manera específica e individual debido a la ratio de las aulas, a la falta de recursos económicos, a la escasa contratación de profesorado… Pero, yo siempre digo: «no pongamos el foco en los problemas, sino en las posibles soluciones».
¿No nos damos cuenta de que la individualidad es enriquecimiento? Querer que todos los niños de un mismo curso sean iguales, es coartar muchas de sus habilidades innatas como, la creatividad, la imaginación, el razonamiento, la lógica, la espontaneidad tan propia del niño, su mirada única o incluso su ilusión se ven contenidas.
No todos los niños son buenos en los mismos campos. De ello trata Howard Gardner, en su mundialmente conocida teoría de las inteligencias múltiples. Hay cantidad de áreas de desarrollo y cada uno es potencialmente bueno en una o en varias, pero a veces con un planteamiento como el que existe actualmente en gran parte de las aulas, se pierde la oportunidad de que muestren sus habilidades.
Y ¿por qué enriquece educar en la diversidad?
– Porque la realidad es que todos somos distintos, y esto nutre y aporta a la población, ofreciéndonos diferentes culturas, razas, idiomas, capacidades, rasgos, opiniones e ideales.
– Porque la pluralidad nos ofrece adquirir nuevos conocimientos y experiencias, nuevos pensamientos, nos abre la mente, nos hace percibir otras realidades y no sólo la nuestra.
– Porque lo que nos encontramos en la vida es eso, diversidad. Y educar en una única línea, con igualdad constante, donde todos tenemos que ser idénticos, no es la realidad. Por lo que les enseñamos a ser intolerantes, intransigentes y clasistas. Cuando lo que realmente buscamos es que aprendan a ser solidarios, empáticos, generosos y tolerantes.
– Porque nos hace razonar, pensar, valorar otros procedimientos.
– Porque no todo vale para todos. No somos todos iguales y lo que me gusta a mí quizás al de al lado le produzca un sentimiento opuesto.
– Porque en la vida adulta nuestros hijos no se dedicarán todos a lo mismo. Cada uno tratará de enfocar su desarrollo profesional hacia los campos que le gusten y se le den mejor. Por lo tanto, no todos somos adultos idénticos, ¿por qué entonces educamos niños iguales?
– Porque poner normas y límites no nos obliga a coartar sus elecciones, su creatividad, su imaginación o su desarrollo de la personalidad. La libertad a la hora de explorar, descubrir y crecer no es libertinaje.
– Porque el desarrollo cerebral de cada uno es diferente, por lo que cada cual será bueno en unos aspectos u otros.
– Porque la sociedad está llena de diversidad y eso es lo que nos diferencia del resto de seres vivos, lo que nos enriquece y nos enseña valores como la empatía, la tolerancia, el respeto, la cooperación o la humanidad.
– Porque la diversidad hace que permanezca la esencia de cada uno, mostrando múltiples posibilidades. Tolerando todas las opciones, sin cerrar las puertas a nadie. Si potenciamos los valores innatos de cada uno tendremos ser humanos extraordinarios.
– Porque cada niño madura a una edad. Lo que un peque consigue con dos años, otro lo consigue a los tres y medio, y es realmente frustrante sentirse presionado ante aspectos incontrolables como la retirada del pañal, por ejemplo.
Pero esto no supone que no lo hará, simplemente que acabará haciéndolo sin presión, cuando esté preparado para ello.
– Porque el desarrollo emocional es esencial y con la mirada puesta en la diversidad podemos enseñar muchos valores de este campo, haciendo hincapié en la persona y sus necesidades y no sólo en la cantidad de capacidades que adquiere, sino en el cómo lo hace y cómo se siente; poniendo foco en el modo en que los adquiere.
– Porque en la actualidad hay colegios que ya funcionan con estos modelos y los resultados están siendo muy positivos, y en mi opinión, la educación necesita ir evolucionando del mismo modo que evoluciona el mundo.
Mi sensación es que estamos dejándonos llevar, sin darnos cuenta de lo importante que son ciertos aspectos que sólo se pueden potenciar desde la cuna. Ya que la diversidad nos concierne a todos y nos enriquece de mil maneras, ¿no os parece?
Y tú, ¿consideras que la diversidad a la hora de educar debe ser fundamental?
¿Crees que la esencia de cada niño debe ser exprimida o por el contrario debemos seguir todos el mismo modelo?
¡Te espero en los comentarios!
Comment
Me parece fundamental. Me recuerda a esas viñetas de humor en las que los padres miran al bebé y piensan: «¡cuándo andará!», para, en la viñeta siguiente, correr detrás del niño gritando: «¡No corras!»
Me encanta la idea de centrarse en las soluciones y no en los problemas.
Necesitamos individuos con ilusiones, creatividad y ganas de seguis probando y no troquelados todos por el mismo molde.
Muy buen artículo.