El placer de leer es doble cuando se vive con otra persona con la que compartir los libros. Katherine Mansfield
A veces nos surge la duda, sobre todo a las mamás primerizas acerca de cuándo es el mejor momento de comenzar a hablar y leer a nuestro bebé, y la respuesta en todos los casos es desde siempre.
Desde que tú quieras, aunque aún esté dentro de la tripa, aunque todos los aunques del mundo. Desde siempre hay que hablarles y leerles. Porque es ahí justo donde empieza su desarrollo del lenguaje y su comunicación y cualquier estímulo es bueno. Y si además estos estímulos responden a cierta constancia, mejor que mejor.
Ambas: hablarle y leerle traen consigo un montón de beneficios que las convierten en imprescindibles:
Los beneficios de hablarle a tu bebé
- Está demostrado por diversos estudios que a más estimulación verbal en la infancia se traduce en coeficiente intelectuales más altos y vocabularios más amplios.
- Comenzar cuando aún está dentro de la tripa se puede empezar perfectamente a comunicarnos verbalmente con el bebé.
- Lo más importante de todo es que el bebé sienta que él es el destinatario de tus mensajes, que es el centro y que se lo dices a él, para esto es bueno mirarle a los ojos al hablarle a él y sonreírle, como forma no verbal de comunicarle que es a él a quien te diriges.
- El desarrollo del lenguaje empieza aquí. Cuanto más y mejor implantes este hábito en vuestro día a día, mejor para este desarrollo. No es necesario que al hablarle le comuniques cuestiones trascendentales o muy pensadas, o intelectualmente elevadas. Basta con ir comentándole cada cosa sencilla que hagas, por ejemplo al darle de comer, cambiarle, bañarle o hacerle masajes. Es clave que tener muy presente la esfera no verbal y señalar objetos. También ahondar en descripciones, utilizar adjetivos a discreción y dejar muy claro y con todo lujo de detalles cómo es cada cosa.
Los beneficios de leerle a tu niño o tu bebé
- Jim Trelease en su libro sobre cómo leerle en voz alta a tu niño The Read-Aloud Handbook, dice que hasta a los recién nacidos les encanta escuchar cuentos. Y con la voz de mamá mejor que mejor. Acostúmbrale desde el primer momento a esto.
- Lectura como estímulo de la imaginación, la creatividad empieza aquí. Su comunicación mejora en cada lectura
Cuándo empiezo a leerle
- Nunca es tarde si la dicha es buena, o eso dicen. Como también nunca es pronto 😉
- Según la Academia Estadounidense de Pediatría se debe empezar a leerles en voz alta a los 6 meses. Se dice que es entonces cuando empiezan a disfrutar de verdad de mirar libros
- Según otros expertos, se debe empezar desde el primer día.
- Lo que es evidente es que en lo que respecta a los vínculos y a la parte más afectiva es muy positivo y favorece todo ello y nunca es pronto para empezar a velar por ello.
Qué debo leerle a mi bebé
- Al principio puedes leerle lo que quieras, puesto que el contenido se vuelve secundario frente al tono y el ritmo.
- Le maravillarán las ilustraciones con colores brillantes y contrastados, cuanto más llamativo mejor.
- Le encantarán las tapas y páginas gruesas de cartón o tela, las texturas diferentes (se lo llevan todo a la boca como forma de conocer y entrar en contacto con el mundo exterior), las fotos, las actividades: los libros interactivos que proponen que interactúes a través de lengüetas, que descubras cosas. También los libros de poemas y canciones infantiles, por lo fácil que resulta recordarlos y lo bien que se adaptan a su día a día.
- Es bueno que, una vez sepas qué libros prefiere, busques otros y se los muestres, pues sólo es una elección de entre los que conoce. Conocer nuevas opciones le ampliará las miras y le vendrá bien siempre.
Con el tiempo:
Los audiocuentos
Los bebés y las palabras no son lo mismo si no se establece una conexión emocional. Necesitan de ésta, con lo que el audio es mejor no utilizarlo tan pronto. Con los vídeos pasa algo similar, es mejor no hacer uso de ellos hasta los 3 años para priorizar la calidez del contacto humano frente al tecnológico.
Los sonidos y letras: transmitirlos
Lo importante es el placer de la lectura por la lectura, concentrarse en enseñar letras y sonidos demasiado pronto no es lo aconsejable y puede acabar con todo lo divertido que supone la lectura compartida: a amar la lectura se aprende leyendo. Esto es lo principal, el resto, a su debido tiempo, todo llega.
La lectura compartida padres-hijos transforma a ambos
En Bebésymás cuentan cómo profesores de la Universidad Nacional de Colombia estudiaron la influencia de la lectura en 159 bebés:
Encontraron que los bebés ríen al ver las imágenes en los libros, que los acarician y que siguen atentos las lecturas.
Han encontrado también que les ayuda en el futuro a ampliar su vocabulario, a relacionar textos y argumentar.
Además, los estudios demuestran que la lectura compartida entre padres e hijos desde los seis meses produce una transformación del adulto y el niño.
Recomiendan también que las primeras lecturas sean rimas porque el recién nacido no ve bien, pero escucha y siente. Por esto, el primer libro no tiene páginas sino voz, caricias y juegos.
Y vosotras, ¿leéis a vuestros peques? ¿Desde cuándo? 🙂 ¿Notáis que les gusta?
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