Seguro que muchos os habéis hecho esta pregunta en más de una ocasión, y si habéis consultado con familiares o amigos, habréis tenido opiniones para todos los gustos. Normalmente, estamos acostumbrado a oir que no es bueno coger a los bebés siempre que lloran porque se les malacostumbra, y siempre que quieran brazos se van a poner a llorar.

Pero nada más lejos de la realidad, coger a tu bebé en brazos y que se sienta protegido no crea «adición». Ponte en su situación, ¿te gustaría que cuando necesitas un abrazo o un beso te lo negaran? Seguro que no, pues lo mismo pasa con los bebés. No lloran por vicio sino por necesidad, porque quieren sentir tu calor, tu cuerpo, oler tu aroma y verse protegido por la persona con la que más unido está.

Los bebés tienen una serie de necesidades, y al igual que lloran cuando tienen hambre, también lloran porque necesitan estar cerca de su madre o padre; es una unión tan fuerte e idílica que les convierte en «adictos» (por llamarlo de alguna manera) a ellos, no al hecho de ser cogidos en brazos.

Los niños que han tenido contacto y la protección física y emocional de sus padres hasta los 6 años más o menos, son mucho más independientes y seguros. Y es que al igual que los adultos necesitamos relaciones afectivas, los bebés con mucho más motivo.

Seguro que alguna vez tu bebé se ha puesto a llorar cuando te has ido un minuto de la habitación en la que estabas con él, y es lógico, ya que él no entiende que te vas un minuto, él deja de verte y se siente indefenso.

Por todos estos motivos nosotros te recomendamos que cojas a tu bebé siempre que quieras y no estés pendiente de lo que te puedan decir, por coger más a tu bebé no lo vas a «malcriar».