«La infancia es única y debe ser cuidada y respetada por todos, ya que marcará el futuro del niño y su forma de ver el mundo”.
Alejandra Melús es maestra de Educación Especial y experta en Atención Temprana e Intervención Psicomotriz y trabaja con niños de cero a seis años realizando sesiones individualizadas de tratamientos especializados.
Podéis seguirla en su blog Atención Temprana y Estimulación
El llanto del niño
Hoy os voy a hablar del llanto del niño. Al tratar este tema, es frecuente encontrar visiones y versiones muy diferentes sobre los mismos hechos y acciones, siendo necesario fijarnos en las necesidades reales del niño para abordar adecuadamente el tema.
Hay corrientes muy variopintas y contrapuestas a cerca de la respuesta que debe recibir un bebé que llora.
Desde hace más de 200 años empezaron a crearse diferentes corrientes como por ejemplo, la que afirmaba que no se debía coger a los niños que lloraban en brazos ya que se criarían niños frágiles y débiles, sin habilidades propias para subsistir. Además se afirmaba que era mejor no cogerles para no contagiarles enfermedades, ya que la medicina estaba en pleno auge y descubrimiento.
Varios psicólogos de la corriente conductista han afirmado a lo largo de la historia que responder al llanto del bebé y responder a sus demandas de afecto constantemente, crea seres dependientes, inseguros, que se entrometen en la relación de sus padres y no crecen con habilidades propias.
Durante los últimos cincuenta años hay numerosos estudios a nivel mundial realizados por neurólogos, psicólogos, pediatras y otros profesionales de la infancia y la salud, que afirman que responder al llanto del niño no es sólo beneficioso para éste sino que es necesario, ya que crea seres más seguros, adultos más independientes y con un autoestima mayor hablando únicamente del lado emocional.
Además el llanto y el estrés infantil pueden causar la muerte de conexiones neuronales y otros daños en el niño irreversibles, ya que el cerebro está en continuo crecimiento a lo largo de toda la etapa infantil.
Y entonces ¿No debemos dejar llorar a los niños?
Mi respuesta en general es no. Y como en todo, hay una argumentación:
Los recién nacidos se comunican con sus padres mediante varias señales que debemos aprender a comprender al conocernos. Es decir, cuando nuestro bebé nace debemos darnos unos días o semanas para conocernos e ir comprendiéndonos, y así saber responder adecuadamente a sus necesidades.
Nuestro peque tendrá maneras de decirnos que, por ejemplo, tiene hambre, mostrándose inquieto, llevándose las manos a la boca, sacando la lengua y abriendo la boca y finalmente emitiendo sonidos o llorando, si es que todo lo anterior no hemos sabido detectarlo.
Sus herramientas de comunicación, como veis son escasas, pero poco a poco si nos fijamos en ellas podremos detectar lo que le sucede sin que llegue a llorar, ya que muchas de sus necesidades se manifiestan paso a paso antes de llegar al llanto; aunque también hay otras necesidades que directamente expresa llorando.
El bebé puede llorar porque:
- Tiene hambre, sed
- Tiene sueño
- Le duele algo o está molesto
- Tiene frío o calor
- Necesita contacto físico, que le cojan, le balanceen
- Tiene el pañal sucio
Ante todas estas necesidades el adulto debe responder lo antes posible, ya que son necesidades del bebé, no caprichos ni antojos.
El niño no es capaz de utilizar al adulto en su beneficio o a su antojo, simplemente demanda lo mismo que lleva recibiendo durante nueve meses en el útero de su madre: afecto, movimiento y contención en brazos, balanceo que estimula su sistema vestibular, el contacto de su madre, su voz cerca, alimento a demanda, regulación de la temperatura…
El bebé al nacer experimenta gran cantidad de sensaciones que hasta ahora jamás había sentido, como es la sensación de hambre, el frío o el calor, el dolor, las molestias intestinales como los gases, el pañal sucio o mojado, o el sueño.
Los niños lloran para comunicar sus sentimientos, sus emociones, sus sensaciones en el día a día… Su llanto es como para el adulto el lenguaje oral.
Pero, y si poniéndonos en la piel del niño, nos diéramos cuenta de que nadie responde a nuestras frases, a nuestras necesidades, ¿Qué es lo que sucedería?
Dejaríamos de comunicarnos con el otro si no obtuviéramos respuesta de la población que nos rodea. Es decir, si el niño deja de llorar a largo plazo, es porque su modo de comunicarse es fallido, inútil o inservible. Esto fue denominado hace años como el síndrome del niño hospitalizado, ya que se afirmaba que los niños que permanecían grandes rachas hospitalizados, no podían recibir respuesta cada vez que lloraban por parte del personal y esto hacía que con el tiempo dejaran de llorar aunque tuvieran hambre, sueño o calor, ya que no les era funcional y no recibían respuesta a su demanda.
Como estrategia de supervivencia, es fantástico pesar cómo el ser humano es capaz de adaptarse a lo que le viene dado, pero ¿Es realmente lo más adecuado para el niño?
Con el tiempo los estudios han demostrado que no responder al llanto en la infancia, crea adultos inseguros, con carencias emocionales notables, dependientes de la aprobación del resto, con falta de autoestima y seguridad en sí mismos y en la toma de decisiones.
El llanto no escuchado ni resuelto genera daños y secuelas emocionales irreversibles.
Es decir, aquellos niños que han recibido afecto, seguridad, apego y confianza en la infancia no han crecido siendo dependientes de sus padres, sino que han crecido seguros de sí mismos, creyendo en sus posibilidades y sintiéndose capaces de llegar lejos, convirtiéndose en adultos seguros e independientes, confiados y emocionalmente sanos.
Un vínculo seguro con tus figuras de apego genera prácticamente con seguridad una infancia y una adultez emocionalmente sana y segura.
Para mí si hay algo que funciona siempre es el lema que tengo: Mirar la infancia a través de los ojos de los niños. Es decir, empatizar con ellos y ponernos en sus zapatos. Sé que es realmente difícil y un ejercicio de paciencia, constancia y superación continuas, pero nadie dijo que ser padres fuera sencillo.
11 Comments
[…] Por eso hoy os cuento en mi nueva colaboración con Tutete si se debe o no dejar llorar a los niños y el por qué de todo […]
La Educadora Infantil de mi peque lo explica muy bien, un bebe al que no se le atiende cuando llora aprende que cuando te necesita no estás y no acudes en su ayuda, cuando crezca si tiene un problema, tampoco acudirá a ti, le han enseñado que cuando tiene una necesidad sus padres no están.
Suena un poco extremista, pero tiene razón, también dice que a los bebes hay que atenderles cuando lloran porque no lloran porque sí. Me encanta que la Educadora Infantil de la guardería de mi hijo piense así, es una garantía de profesionalidad y de que va a estar bien atendido.
Es así totalmente. Lo explica de tal manera que hace que te llegue y reacciones. Está genial! Un abrazo y gracias!
Hola. En gran medida estoy de acuerdo. Yo atiendo a mis hijos. Pero quizá no hay que ser tajante a la hora de decir, NO dejar llorar.
En mi caso, mi segundo hijo desde que nació, dormía fatal. Estuve hasta el año de edad, despertándome todas las noches cada 15 Min. Porque lloraba, y en cuanto me veía se callaba.
Un año son muchas noches sin dormir, yo dormía 2-3 horas diarias, y a ratos, nunca seguidas.
Y por el día, lloraba si no me veía un segundo, siempre pegado a mi.
Ya entonces, decidimos dejarle llorar cuando iba a dormir, 1 minuto, 10 minutos… Porque no era llanto de necesidad p que le pasara algo.
En una semana, ya duerme prácticamente todas las noches bien.
Ahora descansamos todos, incluso él.
¿ creéis que hice mal?
Hola. Gracias por tu comentario.
Yo no puedo juzgar si actuaste bien o no. No es mi papel ni mi manera de actuar.
Cada padre lo hace lo mejor que sabe y cree con sus hijos, ya que cada uno es quien está con su hijo más tiempo y le conoce mejor. Es verdad que la paciencia a veces la perdemos y no podemos estar respondiendo al 100% a las demandas de los peques toda la vida, pero es verdad que tenemos que tratar de hacerlo como creamos que nos va a venir mejor a todos.
Así que no te culpes.
Un abrazo!
Me ha gustado mucho tu post y estoy de acuerdo en todo. Mi pregunta es «a la hora de dormir, ¿hay que dejarles llorar? » Mi bebé de 5 meses no es capaz de dormir solo en la cuna, siempre se duerme mientras toma el pecho o en brazos acurrucado. En la guardería ya me han avisado que tendrá que dormir solo y me temo que llorará mucho…
Gracias por tu respuesta.
Mi respuesta es muy clara en este aspecto. No soy nada partidaria de dejar a un peque llorar a la hora de dormir, como indican los métodos Feber o Estivill, ya que creo que causan la inseguridad y la falta de autoestima de la que hablo en este post.
Veo esencial dar respuesta a las demandas de los peques, por constantes o demandantes que sean.
Hay peques que tienen inseguridad a la hora de dormir y necesitan la figura materna o paterna y eliminarla de golpe sólo genera más inseguridad por su parte.
Espero haberte contestado. Gracias y un abrazo
Mi bebe cuando esta un rato sin hacer nada se enfada mucho y quieren que le digan cosas porque es muy risueña pero quiero saber que hacer para entretenerla y que no sea decirle cosas.Mi bebe es una niña se llama Aitana y tiene 3 meses ademas tengo otro hijo de 9 años con una discapacidad intelectual.
Yo te recomiendo ponerle en el suelo en una manta y ofrecerle sonajeros y objetos que pueda coger con sus manos y llevarse a la boca como mordedores, jugar al cucú-tras, ponerle boca abajo, involucrar a tu otro hijo en la medida que pueda para jugar con su hermana y dejar que también te demande sin tener que estar todo el rato encima de ella. No pasa nada si tiene que esperar unos segundos llamándote con sonidos y balbuceos. Lo importante es estar ahí aunque no puedas entretenerla todo el rato.
Aún tenéis que adaptaros a vivir juntos y a llevar una vida común donde todos podáis encontrar equilibrio.
Un abrazo y gracias
No puedo estar más de acuerdo. Siempre he estado cerca de mi hija en sus primeros años y en contra de lo que muchos decían esto la generó una confianza en su entorno y en mi que la llevó a ser más exploradora y a manejarse fenomenal de forma independiente. No niego que responder a la demanda agota y que en una ocasión probé el dejarla llorar, pero su capacidad de aguante al respecto y mi incapacidad de pasar más de 20min llorar a la criatura hicieron que me decantará por la segunda opción y creo q a día de hoy puedo decir que acerté ?
Me alegro de que estés de acuerdo Eva. Hay una generación anterior a la nuestra que tiene muy instaurada la creencia de que dejar llorar es lo mejor para no malcriar y es importante que cambiemos ese teoría y pensamiento para futuras y presentes generaciones.
Un abrazo