«La infancia es única y debe ser cuidada y respetada por todos, ya que marcará el futuro del niño y su forma de ver el mundo”.
Alejandra Melús es maestra de Educación Especial y experta en Atención Temprana e Intervención Psicomotriz y trabaja con niños de cero a seis años realizando sesiones individualizadas de tratamientos especializados.
Podéis seguirla en su blog Atención Temprana y Estimulación
Cuando esperamos un bebé, tenemos millones de ideas preconcebidas de lo que será la maternidad y la llegada del recién nacido a casa. Y, aunque no seamos primerizas, estas inquietudes nos surgen igualmente en cada embarazo y alumbramiento.
Por eso me gustaría contaros cómo podemos preparar la llegada del recién nacido y qué cosas podemos hacer en esta etapa con nuestro bebé, siempre adaptándolo a nuestra rutina y ritmo de vida habitual.
Cosas que pueden servirnos de gran utilidad para preparar la llegada del recién nacido:
– Una mantita de juego para pasar largos ratos en ella en el suelo.
– Sonajero de sonido suave y de fácil agarre, con contrastes y colores llamativos. (rojo, blanco y negro)
– Campanillas o cascabeles.
– Dou-dou de tela suave.
– Una bañerita.
– Aceite de masaje corporal.
¿Qué podemos descubrir con el recién nacido?
– Lo primero es darse tiempo para conocerse, tanto el bebé a nosotros como nosotros a él. El peque estaba acostumbrado a comer y dormir cuando quería y ahora tiene que adaptarse a conciliar el sueño, reclamar el alimento, sentirse húmedo, sufrir cambios de temperatura, sentir estímulos auditivos, luminosos y mucho más.
Por eso es importante darle tiempo para que se adapte al mundo y a nosotros y, para que nosotros nos adaptemos también a él y a ser uno más en la familia, con lo que todo ello conlleva.
Este tiempo nos dará calma y tranquilidad para sentirnos más seguros ante nuestra nueva m/paternidad.
– Después de haber pasado unos días en casa, tras las visitas de familiares, las primeras consultas con el pediatra y de más, podremos empezar a crear una rutina funcional y adecuada a nuestros ritmos. Y cuando digo funcional, es que sea útil para vosotros, que sea adaptada a vuestros ritmos y no a los que la mayoría del mundo lleva.
Debemos crear hábitos que vayan unidos unos a otros para que el bebé se vaya acostumbrando a ellos y de este modo anticipe que tras bañarse, por ejemplo, come o que tras el cambio de pañal, le cogemos en brazos acunándole.
Este tipo de hábitos le harán conocer poco a poco su rutina habitual, pero siempre con cierta flexibilidad y sin presiones.
– El tiempo del baño es muy enriquecedor. Siempre recomiendo que bañemos al bebé a diario, aunque realmente no lo necesite, pero éste le proporciona una experiencia sensorial muy agradable, donde puede experimentar sensaciones similares a las del vientre materno y donde puede llegar a relajarse enormemente si le cogemos con firmeza y seguridad, trasmitiéndole calma y apoyo.
La mejor postura para el baño es apoyando al bebé en nuestro brazo sujeto por su pecho, con ambos brazos colgados por encima de nuestro brazo. Su cabeza cae sobre nuestro brazo y tiene un sostén seguro. De este modo tendremos la otra mano libre para poder bañarle, echarle agua o moverle si lo necesitamos.
Además al sujetarle de esta manera, podremos echarle el agua por la nuca y la espalda, sin llegar a tocarle la carita, que es lo que más suele incomodarles. También destacar, que esta postura hace que el bebé se sienta más seguro que estando boca arriba, ya que el reflejo de moro está muy presente en los primeros meses de vida y se desata en el niño cada vez que siente inestabilidad, que cae levemente o ante un ruido fuerte.
– El masaje tras el baño, por ejemplo, es realmente enriquecedor para el peque. No hace falta que busquemos mucho tiempo para ello, si es que no lo tenemos, pero puede ser muy beneficioso que estemos unos segundos tocando su cuerpo con aceite, ya sea como rutina, como estímulo sensorial o como contacto directo con el bebé.
En estos ratitos podemos observar como el peque contacta visualmente con el adulto al situarse a unos 15-25 cm. de distancia, sigue la mirada, se relaja, siente calma, realiza sonidos, escucha atento o simplemente disfruta de la compañía del momento.
El masaje podéis realizarlo empezando por el tronco, siguiendo por las extremidades hasta llegar a los dedos y terminando por la carita.
– Los cambios posturales son esenciales desde el nacimiento. Es muy importante que variemos la postura del bebé a diario y varias veces, siempre alternando entre estas cuatro: decúbito supino (boca arriba), decúbito lateral izquierdo, decúbito lateral derecho y decúbito prono (boca abajo).
Mi consejo es tumbar al bebé siempre sobre un plano, buscando que su espalda esté lo más recta posible, sin inclinaciones ni presión lumbar. Esto sólo se consigue sobre una base recta y firme, como una mantita en el suelo, en el cuco del carro, en su cunita o en una alfombra.
El hecho de cambiar la postura del peque desde que nace, hará que gane musculatura y tonicidad en la espalda y el cuello, algo esencial para todo su desarrollo motor. Además le proporcionará diferentes sensaciones a nivel propioceptivo.
Si realizamos cambios posturales desde el nacimiento, el bebé se adaptará a ellos y disfrutará viendo el mundo desde diferentes perspectivas. Podemos cambiar su cabecita de lado si creemos que tiende a ponerla siempre hacia el mismo, buscando una mayor simetría.
– Al ofrecer objetos llamativos ante el bebé, como los sonajeros o los cascabeles, veremos cómo trata de seguirlos con el oído o la mirada o cómo responde con pestañeos o muecas ante el sonido. Este tipo de respuestas nos ofrecen información de lo que percibe nuestro peque desde bien pequeño.
– Podemos colocar un Dou-dou en su cuna o cochecito con nuestro perfume o colonia, para que lo sienta cada vez que esté allí y si en alguna ocasión no está a nuestro lado, aunque sea por unos minutos, pueda seguir sintiéndonos cerca gracias al estímulo olfativo. Esto le proporcionara calma y seguridad según pase el tiempo, si lo realizamos de forma constante.
– Y sobre todo, lo que más necesita un bebé recién nacido es el afecto. El cariño, el amor y la seguridad de su familia. Sentirse amado y querido es base fundamenta en la vida para poder crecer sano, seguro y feliz.
3 Comments
[…] os invito a descubrir lo que podéis realizar con vuestro peque recién nacido y lo que puede ayudarle a adaptarse al mundo, que es tan diferente a lo que asta ahora él […]
¡Que bien me vienen estos consejos! Y que ganitas de tener al gordito conmigo. ¡Muchas gracias por los consejos!
Muy buen post. Los cambios posturales son muy importantes que luego vienen los «casquitos».
A mí para el dou-dou me aconsejaron meterle conmigo en la cama… no lo hice porque nunca me acordaba, pero para calmarle a veces le tapaba con mi camiseta o mi rebeca.