Johanna Saldón es periodista y reportera de televisión especializada en programas de viajes.
Madre de tres hijos cree que viajar en familia es algo único, una forma diferente y apasionante de educar. «Si antes de ser padres adórabamos hacerlo, ¿Por qué parar ahora?»
De su experiencia y sus viajes nace una web: www.mamasviajeras.com, con pistas y consejos sobre restaurantes, hoteles, escapadas con niños, viajes… todo lo relativo al ocio en familia.
Hace unos meses nació su hija Bárbara, prematura de 25 semanas y eso cambió su vida y sus prioridades para siempre. Y este sin duda ha sido su gran viaje…
Podéis seguirla en su blog Mamás viajeras
Cuando ahora miro a Bárbara en su cunita, tan feliz y tan grande, dormida, me cuesta creer que cuando nació me cabía en una mano. Mi hija se pasó los primeros 3 meses de vida en un hospital. Fue lo que llaman “una prematura extrema”
Bárbara no iba a llamarse Bárbara ni tenía que haber nacido en marzo, aquel 5 de marzo que no olvidaré mientras viva. Su fecha probable de parto era el 12 de junio e iba a llamarse Inés. Aùn lo tengo marcado en mi agenda como “semana 40”.
Pero después de un embarazo muy complicado, mi hija vino al mundo mucho antes: semana 25. 800 gramos de peso. Y decidí cambiarle el nombre y le puse el de una santa guerrera.
Bebes prematuros
Ninguna madre está preparada para enfrentarse a eso. No hay palabras para describir la terrible sensación de ver a tu hija tan diminuta y no poder tocarla. La incubadora, los pititos de fondo, la uci neonatal… otro mundo… absolutamente ajeno. Desconocido. Aterrador.
Llenos de cables y en frías incubadoras diminutos seres luchan por sobrevivir junto a tu hija. Tan pequeños… pero tan fuertes. Tan valientes ya. Estos niños nacen luchando. Es una declaración de intenciones para el resto de su vida.
Los médicos en esos momentos son bastante realistas y las estadísticas son muy duras… Te dicen que te prepares para cualquier cosa: te hablan de discapacidades, de posibles operaciones… y te acabas acostumbrando a términos que no habías oído nunca: cpap, ductus, ecogenicidad, retinopatía… los padres allí dentro hacemos un master. Un master en dolor, en miedos posibles.
Vives a diario en la cuerda floja. Dos días bien, uno mal… y retrocedes lo que habías avanzado… tres días mal, cuatro bien… te acostumbras a la incertidumbre, esperas aguantando la respiración los resultados de las pruebas médicas que le hacen a diario… que hoy la niña esté bien no significa que mañana vaya a estarlo.El estado de un prematuro puede cambiar en cualquier momento. Los padres lo sabemos. Los médicos también. Es un secreto latente. Como tantos que se respiran entre esas 4 paredes.
Gracias a los avances médicos un 90% de los nacidos en la semana 29 sobrevive, según la Sociedad Española de Neonatología. En 2006 nacieron más de 33.000 niños prematuros, mientras que en 1997 fueron 17.000, según datos del Instituto Nacional de Estadística. La mayoría salen adelante sin problemas, con secuelas en mayor o menor medida, pero son niños normales. Muchas revisiones eso sí, eso nos acompañara años.
Pero lo que nunca olvidaré es la frase que me dijo una enfermera el primer día: “La actitud que tengan los padres es clave para la recuperación de los niños. No dejes que tu hija tenga una madre triste”. Y yo me prometí a mi misma que eso no ocurriría. Todo los días, todos, cruzaba aquella puerta con una sonrisa y kilos de optimismo. Me pasaba horas y horas haciendo canguro, el método que te explican que es super positivo para la recuperación de estos pequeños.
Le hablaba de sus hermanos, de nuestra vida, le contaba todo lo que íbamos a hacer cuando saliera de allí, le cantaba… fueron horas largas, tantas… en aquella sala con luz artifical y ambiente triste. … pitidos de fondo y niños muy enfermos. Madres con miradas vacíos, muertas de miedo como yo, pero con un bebé diminuto encima, cantando nanas. Fueron horas y días intensos, íntimos y muy emotivos. Lucha diaria. Cada día unos gramos más… allí cada gramo de peso cuenta.
Y esto que tú lees en unos parráfos tiene detrás miles de anécdotas y horas de angustia. Pero el final es lo que importa: el día 28 de mayo, casi tres meses después de nacer, crucé la puerta del Hospital con ella, con mi bebé en brazos. Esa puerta que había cruzado cientos de veces sin ella. Le di un beso bajo la luz del sol, le susurré: bienvenida al mundo y supe a partir de ese momento nada podría ir mal.
Para mi, mi hija Bárbara nació ese día.
10 Comments
Hola Johana,
Me ha encantado leerte pq yo viví algo muy similar cuando nació mi hijo Héctor.
Estuvo 20 días ingresado en neonatos con problemas respiratorios debido a uno de estos síndromes raros q ahora tanto abundan. Conectado a mil cables y con todos esos pitidos q nombras. Has descrito a la perfección el sentimiento de miedo q allí se respira. Me he sentido muy identificada.
Por suerte y aunq las revisiones y visitas al hospital sea algo q nos acompañe ya por siempre, nuestros hijos están bien y consiguieron superar esa etapa tan dura, y nada más nacer!! Fíjate lo q serán capaces de superar y lograr a medida q crezcan.
Un abrazo fuerte para ti y un beso enorme a Bárbara.
Gracias
Alicia Gallego
Mi hijo ha nacido este mes y ha sido prematuro tardío, le tocaba nacer en octubre.
También hemos pasaso por neonatos. El niño tuvo un inicio duro ya que sufrió al nacer.
Mi experiencia no se puede comparar con la tuya, ya que él nació con varias semanas más, pero aún así he sentido el miedo que explicas y no puedo ni imaginar el que habrás llegado a sentir tu.
Gracias por tu post porque para mí ha sido muy valioso e inspirador. Os deseo una feliz y sana vida.
Me has hecho llorar. Mi hija nació un 12 de junio, la fecha en la que deberia de haber nacido la tuya, pero nació con 42 semanas, parto provocado. Tengo que disfrutarla y agradecerle a la vida lo que tengo. Gracias por contar tu historia.
Preciosa historia ,de una familia muy valiente….te leo en tu vlog desde hace mucho y veía cómo iba todo el proceso,…eres una madre supermotivadora…un beso muy grande
Lo has descrito muy bien .Eso solo lo sabemos las personas q lo hemos vivido.Mi niño ya tiene 8 años y es un campeon q ha luchado y sigue luchando cada dia .Esta muy bien , pero nunca olvidare los 4 meses q pasamos en el hospital .Nacio a los 5 meses y medio con 700 gramos se quedo en 580 y es cierto q cada gramo q ganan es una celebracion.
Madre mía que de sentimientos removidos, mi peque nació en la semana 33 con 1.300 y parecía que nunca crecería ni estaría bien…. tiene 5 años y está estupendisimo ???,y si es cierto que el desprender positivismo ayuda bastante
Yo tb tuve a mi hija de 25 semanas y 830g. Estuvimos 7 meses en neonatos de Cruces y luego vivieron más meses por secuelas. Carla va despacio pero va creciendo y aprendiendo a su ritmo. Es mucho esfuerzo para ella y para nosotros. Pero Carla es una campeona y en un par de años será una anécdota
Solo quienes hemos pasado por esta situación sabemos el dolor que llegamos a pasar.Aunque,como siempre,cuando ves a tu hijo sano y creciendo piensas que lo volverias a pasar una y mil veces por él.Mucho ánimo a los papás prematuros y sus pequeños pero grandes luchadores.
Miles de recuerdos emotivos se me vinieron a la cabeza leyendo tus párrafos. ……..cuentas mi historia y la de muchas madres……yo también tuve un embarazo complicado, di a luz de 28 semanas, mis dos peques pesaron 900 gr, fueron considerados grandes prematuros, ahora tienen 20 meses y una vitalidad impresionante, porque como tu bien dices…..nacen luchando!!! Muchas gracias por tus palabras, me encantó leerte.
Me has hecho revivir los primeros 21 días de mi bebé. Él fue prematuro tardío, Semana 34. Estuvo en neonatos por ser un crecimiento intrauterino retardado y por tanto bajo peao al nacer. Pero todo se complicó x una infeccion que se extendió y acabó en sepsis. Cuando tu bebé recién nacido está en UCI todo se paraliza alrededor. Vives solo para él y todas tus fuerzas las tienes alli. Yo incluso me olvide de que hacía días que me habían hecho una cesárea y tenía que recuperarme. Vives pensando en lo peor y lo ves allí dentro, sin poder tocarle, sin cogerlo, lleno de cables y rodeado de pitidos, sin saber qué va a pasar mientras estás en casa intentando descansar. Cuánto han sufrido siendo tan pequeños.
Por cierto, Teo nació el 28 de mayo