Mónica Moratinos es mexicana de nacimiento y leonesa por adopción. Mexicañola se define ella. Lleva más de siete años viviendo en León.
Madre de dos niños, es bloguera en Desmadreando.com y emprendedora detrás de Marketing Expresso hoy dará una visión de lo difícil que es ser madre y criar a tu familia cuando estás lejos de tu casa. ¿A ti también te pasa?
7 momentos difíciles de ser madre lejos de tu familia
Siempre me imaginé que tendría una familia grande. Yo quería tener siete niñas que corrieran por el jardín de mis padres. Que mi padre se volviera loco comprándoles muñecas y que mi madre les tejiera jersey y patucos a todas. Nunca me imaginé que mi padre ya no estaría conmigo, que me mudaría a vivir a España y que sólo tendría dos hijos. La vida da muchas vueltas.
Ser madre lejos de tu familia es una de las cosas más difíciles con las que he tenido que aprender a lidiar en mi vida de expatriada y también gracias a la cual surgió mi blog Desmadreando. Hoy te comparto los 7 momentos más difíciles de ser madre lejos de casa.
La maternidad no es rosa es Desmadrosa
Mi primera hija fue de alta demanda. Eso significaba que no dormía más que veinte minutos de siesta al día y en la noche se levantaba cada tres horas. ¡Durante nueve meses! Yo creía que iba a palmar. ¿Por qué la cigüeña no me trajo a un bebé dormilón de esos de anuncio?
Mi madre estuvo conmigo un mes después de haber parido, y muchas noches le entregué a mi hija en plan ¡no puedo más necesito dormir algo! El día que se fue mi madre y me quedé sola con mi hija me aterré. ¿Y si no podía? ¿Y si no era suficiente buena madre? ¿Quién la iba a bañar?
De esto hace cinco años y está claro que sobreviví, pude y me las ingenié pero no tenía a mi lado la sabiduría de una abuela. Así que me abrí un blog ¡y el resto es historia! Largas noches de insomnio acompañada de otras madres primerizas hizo que mi maternidad haya sido y sea mucho más desmadrosa.
¿Potitos o comida entera?
La maternidad va por modas. El día que me dijo el pediatra que ya podía introducir la alimentación complementaria corrí a casa a llamarle a mi madre. – Mamá ¿cómo introdujiste el Baby Led Weaning? Mi mamá a ocho horas de distancia se quedó más perpleja que yo -¿Qué es eso? ¿Desde cuándo para meterle un plátano chafadito a un bebé se necesita un término?
Así que a través del Skype me enseñó cómo alimentar a mi bebé dándole a probar nuevos sabores: plátano, manzana hervida y así hasta llegar al típico puré de cuatro frutas. Nota cultural: en México hay frutas exóticas como el mango o la papaya. ¡Imagina la cara del pediatra cuando le dije que introduje el mango a los cuatro meses! Casi le daba un patatús, pero oye mi madre me lo aconsejo ¡y las madres saben de todo!
El primer cumpleaños
Siempre he dicho que el primer cumpleaños se celebra porque la madre se merece un aplauso de que ha sobrevivido un largo año con su bebé. En México las fiestas en general son todo un acontecimiento. Siempre hay piñatas, dulces, comida y a lo grande. Así que yo estaba feliz de que iba a ser el primer cumple de mi primera hija y me lancé a comprar platos, sombreritos, mandar hacer un pastel y todo. Te confieso que se me rompió el corazón cuando partí pastel en skype con mi madre y mi hermana.
Los primeros hitos
A lo largo de éste post te hablo sobre todo de mi primera hija, porque cuando eres madre primeriza es cuando la maternidad te parece todo tan nuevo, tan sorprendente, tan bonito, tan difícil y tan desmadroso. Con mi pequeño desmadroso me ha tocado hacer de tripas corazón. Digamos que ya sabía lo que había y cómo me iba a apañar. Además, ese bebé fue el bebé “truco”: dormía-comía-hacía caca-dormía y vuelta a empezar. ¡Si así fueran todos los bebés nos reproduciríamos mucho más!
Los primeros hitos de todo bebé desde el gateo, los primeros pasitos y las primeras palabras son algo que te explo-explo-explotaaa el corazón. Mi familia no estuvo presente en ninguna de éstas primeras veces.
La primera enfermedad
Cuando me dijeron que mi pequeña desmadrosa tenía neumonía y quizás un colapso de pulmón se me frenó el mundo. ¡Paren que aquí me bajo yo! ¡Mamáaaaaaa ¿dónde estás?! Todo salió bien, aunque ahora siempre es propensa que toda gripa siempre se complica. Sin embargo, fue duro no tener esa mano materna cerquita que te diga que todo va estar bien.
Presentarle a tu familia en fotos
Tengo una extraordinaria comunicación con mi madre y mi hermana. Hablamos casi a diario gracias al Facetime. Sin embargo, con el resto de mis hermanos y sobrinos no es tan seguido. Me da pena aceptarlo pero mis hijos no se saben bien a bien el nombre de muchos de los miembros de mi familia.
Obvio cuando vamos de visita y después de un día de verlos agarran la onda, pero los primeros momentos se me acercan y me cuchichean en el oído ¿Mamá ese señor quién es? ¡Es mi hermano, tu tío! Pero claro, para ellos es como si fuera el presidente ¡no tienen idea de quién es! Así que tengo muchas fotos en mi teléfono y vídeos para refrescarles la memoria.
Encontrar a la niñera perfecta
En todo éste lapso de tiempo de casi cinco años viviendo lejos de mi familia, te confieso que he tenidos suerte. Llegó por casualidad a nuestras vidas una persona que más allá de una niñera, se convirtió en una abuela para mis hijos y también para mi. Yo crecí cerca de mi Yaya y si algo nunca olvidaré era el sabor de su comida: su tortilla la española, su paella era la mejor del mundo mundial y su arroz con leche.
Para mis hijos, esos sabores se los da Mari con su sopita de lluvia, sus albóndigas caseras y sus macarrones con chorizo. Gracias a ella cuento con esa red, que muchas de ustedes cubren con sus padres o suegros para cuando tengo que trabajar alguien cuide de ellos o para asistir a los eventos como abuela, aunque sea postiza.
Estoy segura que si vives lejos de tu familia te sentirás identificada. Por supuesto que hay muchísimos momentos más que serán difíciles siempre, pero dicen que el tiempo lo cura todo y si no, como hacemos los expatriados siempre hay un pretexto para “volver a casa” .
¿Para ti qué ha sido lo más difícil de ser madre lejos de tu familia?
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