Clara es experta en medios de comunicación y asesora a empresas a proyectar la mejor imagen de marca posible en prensa, radio, televisión, redes sociales…

Madre de dos hijos, Juan y Jimena, asegura ser una apasionada del mundo infantil y así lo refleja en su blog donde habla de moda, cine, manualidades, recetas, decoración… en definitiva «todo lo que comparto con mis hijos… es decir ¡Mi vida!»

Podéis seguirla en su blog Saquitodecanela.com

Desde que soy madre intento que mis hijos crezcan de la mejor manera posible. Esto que en un principio puede parecer una obviedad no lo es tanto ya que según a quien le preguntes «lo mejor posible» no siempre es lo mismo.  Lactancia materna o biberones de leche artificial, colecho o método Estevill, castigo o crianza con apego… Y así una lista infinita que seguro a mas de uno os ha traido algún quebradero de cabeza.

Familiares, amigos, vecinos… todo el mundo tiene recomendaciones para cualquier situación que en mayor o menor medida podemos atender o, sencillamente, declinar amablemente ya que cada uno, y esta es una de mis máximas en la vida, cría a sus hijos de la mejor manera posible según sus criterios.

Pero si hay algo que no hay duda y que tenemos que ayudar a conocer y concienciar a la gente de que lo haga es de que sus hijos deben viajar a contramarcha en el coche hasta que su altura lo permita porque esto salva vidas.

Lamentablemente en España aún hay mucha reticencia al respecto pese a que en otros países europeos nos llevan años de ventaja y sus cifras de muerte infantil en accidentes de tráfico son casi anecdóticas. Y ¿por qué? Pues por algunas razones que ahora os voy a intentar desmentir.

Pero antes empecemos por un dato que seguro que os sorprende la Dirección General de Tráfico recomienda el uso de estos sistemas hasta los 4 años como mínimo siempre que la estatura, ojo y NO EL PESO, del niño lo permita. ¿Sorprendidos? 

Pues es su página sobre sistemas de retención infantil nos recuerdan las «Reglas de oro» para viajar con los niños en el coche y como veis en el tercer punto lo deja bastante claro.

Pero ¿Por qué hay niños que no viajan a contramarcha? Yo lo tengo claro, porque sus padres no quieren y estas son las razones que argumentan:

Mitos de viajar a contramarcha

1.-  Lo niños se aburren:
Esta razón se basa en que los peques sólo ven el asiento cuando viajan a contramarcha sin tener en cuenta que tienen las ventanas y la luna trasera por donde, evidentemente, también pasa el paisaje. Además, cuando viajamos con niños en coche, vayan como vayan, es el ingenio de los padres el que hace que el viaje sea lo más cómodo posible para todos.

2.- Van incómodos y se marean:
Mis hijos nunca se han mareado y la gente que conozco que tienen este problema da igual como viajen los peques, es subir el niño en el coche y tener un problema. Entonces es cuando normalmente viene la explicación de: «Se marea si ve las cosas pasar al revés» pero una pregunta… ¿Si mis hijos van así desde que nacieron como conocen otra referencia? No pueden así que si se marean no es por esa razón.

Sinceramente espero que ninguno de mis hijos se maree cuando tengamos que ponerles viajando en el sentido de la marcha porque por ahora no conocen otra cosa.

En cuanto a ir incómodos no por viajar a contramarcha se está más incómodo. Hace calor, tienen que estirar las piernas, se aburren… Un momento pero ¿No os pasa eso a vosotros? Porque yo voy mirando hacia delante y me pasa exactamente lo mismo. Por eso hay que parar cada dos horas como mínimo e intentar acondicionar el coche para que toda la familia viaje lo mejor posible.

3.-  No les ves:
Este es mi argumento favorito porque oigo muchas historias de «casi ahogamientos» de niños que se han salvado gracias a que iban en el sentido de la marcha y sus padres pudieron auxiliarles rápidamente.

Está de más que os diga que yo quiero a mis hijos y por ello les vigilo constantemente. La única diferencia es que lo hago a través de un espejo convexo que llevo entre los asientos y que me permite verles perfectamente. Además llegado el caso mi mano llega perfectamente a sus caritas. ¿Y si conduzco yo y voy sola? En ese caso, viajaran como viajaran mis hijos, debería parar el coche si o si así que el sentido en el que estuvieran las sillas me daría igual.

4.-  Pueden sufrir lesiones en las piernas:
Y es cierto pero lo que se evita con este tipo de sillas son, entre otras,  lesiones medulares las cuales normalmente son irreversibles. Siendo serios y sin querer frivolizar ni lo más mínimo sobre el tema ¿Qué preferís?

A continuación os dejo un vídeo de la Norwegian Council for Road Safety (Consejo Noruego para la Seguridad Vial, hermana de nuestra Dirección General de Tráfico) y que deja en evidencia el argumento de lesiones en las piernas. (en inglés)

Pese a ser un vídeo bastante gráfico me quedo con el final donde se afirma que «si tu niño va en el sentido contrario al de la marcha se reduce en  el riesgo de daños graves o muerte en porcentajes superiores al 90% por cierto». Y añade que «los niños deberían viajar en coche en el sentido contrario de la marcha el máximo tiempo posible o hasta los 4 años de edad».

5.- Las sillas son caras:
Lamentablemente es el único argumento al que no puedo quitarle la razón pero afortunadamente poco a poco se están implantando marcas que sin perder en ningún momento su fiabilidad y tecnología están irrumpiendo en el mercado con precios verdaderamente asequibles. Podéis buscar en marcas como Besafe, Joie, Klippan… Os sorprenderán sus precios.

Estoy totalmente convencida de que hemos hecho lo mejor para nuestros hijos eligiendo los sistemas de retención infantil a contramarcha. ¿Y vosotros?

Si queréis saber más podéis leer el foro Acontramarcha donde se explica el principio de esta teoría.

Además os dejo esta noticia en el periódico ABC sobre la última propuesta de la DGT.