Tras algunos meses desde ese buen día que tu vida comenzó a ser distinta y le conociste por fin, apenas os habéis separado.
El día de hacerlo llega y el peque comienza a ir a la guardería. Algunos lo hacen antes que otros.
Lo que está muy claro es que sea como sea, resulta imprescindible que tengamos algunos consejos bien presentes para que este día sea bastante mejor de lo que esperamos a priori.
Fácil no va a ser, en ninguno de los casos, pero más fácil sí 🙂
- Anticípate. Elige guardería con tiempo y calma, que sea un modelo que encaje con el que tenéis en casa. La educación en casa y la guardería deben ser dos caras de una misma moneda. Asegúrate de que cumpla con la normativa que exige la comunidad autónoma. También recuerda hacer todas las preguntas que puedas. Es importante que esté cerca, que los horarios sean flexibles así como que cuente con unas instalaciones adecuadas y unos profesores y educadores titulados.
- Operación: independencia. Es importante que el apego vaya disminuyendo paulatinamente y no de golpe. Así se reduce (y elimina) el miedo al abandono.
- Los hábitos y rutinas se entrenan. Si es antes de empezar a ir a la guardería, mucho mejor. Es importante empezar lo antes posible e ir adaptándonos todos a ellos.
- Cuéntale sobre la guardería. Explícale con palabras cómo es el lugar, en qué consiste y lo divertido que será.
- Visita la guardería antes de empezar. Esto ayudará a sobrellevar mejor la incorporación al no resultarle nuevo del todo el espacio y entorno. Es interesante y útil que lo asocie con momentos divertidos como salir a pasear o al parque.
- Transmítele tranquilidad, seguridad y confianza. Los peques lo captan todo, es mucho mejor si esto es lo que absorbe y será mejor su manera de afrontar y enfrentar este nuevo reto.
- Habla con sus profesores (mucho). Es importante seguir de cerca la evolución del peque, qué tal lo vive y cómo se está adaptando, y quién mejor puede darte esta información que sus profesores. Si observas cambios de carácter, o que no come igual que antes, debes comentarlo con ellos. Si estás convencido de haber hecho una buena elección con el centro, es cuestión de tiempo que se adapte.
- Prepárale siempre su bolsa de la guarde. Que no le falte nada, esto normalmente te lo indican en el centro infantil con todo lujo de detalles.
- Que se lleve su juguete favorito. Ayudará mucho si tiene cerca algo tan familiar y que siempre ha tenido a su lado.
- Evita alargar la despedida. Si lo haces, es peor para todos. Recuérdale que irás en un rato a buscarle y despídete con cariño pero brevemente.
- Al recogerle: muchos mimos. Nada de compasión.
- Reserva tiempo siempre para cosas divertidas. Las que más le guste hacer: prémiale y refuérzale para que comprenda que es una parte de todo lo que tiene por delante en un día y que es divertido también.
No se trata de un paso fácil de dar, para nadie, pero es imprescindible que lo demos tranquilos y seguros de que vamos por el camino correcto para que todo salga bien 🙂
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