A muchas mamás les surge esta duda en torno a la edad perfecta para iniciar a su pequeño en el uso del chupete.
Pediatras y asesores en lactancia recomiendan prescindir del chupete hasta que la lactancia está bien establecida, por la denominada confusión del pezón que sufren algunos bebés.
Cuándo podemos decir que la lactancia está bien establecida
Para algunos bebés a las dos semanas, y para otros de seis semanas en adelante.
Confusión del pezón
Se refiere a una situación en la que el bebé se ha acostumbrado a “pezones artificiales” (tetinas) pueden tener problemas para agarrarse correctamente al pecho, porque encuentran las tetinas más fáciles de usar.
Además, si le das un chupete a un bebé hambriento, le puede causar enfado, en el momento en que advierte que no es lo que esperaba (alimento). Y esto repercute en su alimentación.
En Babycenter consultan a un experto:
“No sientas que tienes que darle un chupete a tu bebé a fuerza” dice Howard Reinstein, pediatra en Encino, California, y vocero de la Academia Estadounidense de Pediatría.
Algunos bebés pueden calmar su necesidad de succionar con el pecho o el biberón.
Si no es el caso de tu bebé puedes intentar otras técnicas para calmarlo como llevarlo en una cangurera o rebozo, mecerlo, ponerle música suave y cantarle.
No hay evidencia de que el uso del chupete dañe a los bebés que se están alimentando bien al pecho, pero eventualmente tendrás que quitarle el chupete, lo que puede ser un hábito difícil de romper para el bebé.
Además, a este respecto, la AEP tiene una serie de consejos y recomendaciones que recogen de forma muy concreta y concisa:
Recomendaciones del Comité de Lactancia Materna de la AEP sobre el uso del chupete
El Comité de Lactancia Materna de la AEP reconoce que en el momento actual hay una controversia importante en cuanto al uso del chupete. Y por ello, tras el análisis realizado hace las siguientes recomendaciones:
- Debe recomendarse la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida como factor protector de muerte súbita del lactante.
- En los recién nacidos amamantados es mejor evitar el chupete durante los primeros días de vida y no desaconsejarlo cuando la lactancia materna está bien establecida, habitualmente a partir del mes de vida, edad en la que comienza el riesgo del síndrome de muerte súbita del lactante.
- Los profesionales deben conocer que en ocasiones el uso del chupete es un marcador de que existen dificultades en la lactancia, por lo que deben identificar estas situaciones
y adquirir las habilidades necesarias para ayudar adecuadamente a las madres, tanto con la técnica de la lactancia como infundiéndoles confianza en sí mismas.- En las unidades neonatales en relación con los procedimientos dolorosos, si no existe la posibilidad de que el niño mame, se le debe ofrecer como método de analgesia no farmacológica la succión de un chupete. La medida será más eficaz si se administra previamente 0,2 cc de sacarosa al 20%.
- En los niños lactados artificialmente la recomendación del uso del chupete es especialmente importante ya que presentan otras características que pueden aumentar el riesgo del SMSL.
- Para evitar otros efectos adversos del uso del chupete se recomienda, en todos los niños, limitar su uso hasta el a ˜ no˜ de vida, lo cual incluye las edades de máximo riesgo del SMSL y aquellas en las que el lactante tiene más necesidad de succionar.
- Los profesionales de la salud deben conocer, que, además del chupete, existen otras maniobras para calmar a un bebé como son el contacto piel con piel y otros métodos de succión no nutritiva.
- Corresponde a los profesionales de salud proporcionar a los padres una información equilibrada, no sesgada, sobre la evidencia disponible de los beneficios y perjuicios del uso del chupete que les ayuden a adoptar sus decisiones. Los responsables son en último término los padres.
- Es necesario seguir investigando para comprender mejor el papel de los chupetes en su posible interferencia en la duración de la lactancia o en la aparición de problemas con la misma y estudiar las diferencias de su efecto en las diferentes culturas y tipos de mujer. Asimismo, se debe profundizar en el estudio de la relación entre lactancia y SMSL, y chupete y SMSL, que ofrezca luz en todas estas incógnitas. Mientras tanto los profesionales deberán continuar informando a los padres sobre la conveniencia de amamantar y de evitar la exposición de los lactantes a los diversos factores de riesgo que se asocian al SMSL.
¿Tu bebé utiliza o utilizó chupete? ¿Cuándo empezó a hacerlo? ¿Qué beneficios le aporta?
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