¿Cómo tratar el pie plano en niños?
Juan José Martínez (traumatólogo deportivo e infantil)
El pie plano es uno de los motivos de consulta más frecuentes para un
traumatólogo, sobre todo en traumatología infantil, y para un pediatra.
En la gran mayoría de ocasiones, el niño acude sin dolor ni limitación funcional, únicamente los padres se han dado cuenta por un desgaste asimétrico del calzado, por antecedentes familiares están más pendientes o bien acuden por una deformidad en el tobillo (se mete hacia adentro): el valgo del tobillo.

El pie plano se produce por el hundimiento del arco del pie, y este hundimiento es totalmente normal en edades iniciales, e incluso puede ser normal en adultos. Es decir, decir pie plano no significa decir pie enfermo; hay muchos adultos y deportistas profesionales con pies planos sin ningún síntoma y haciendo vida totalmente normal. A diferencia del pie plano, el pie con excesivo puente, el pie cavo, si tiene relación en muchas ocasiones con problemas a nivel neurológico.
En niños, además de una mayor elasticidad que provoca el hundimiento de la bóveda plantar, también hay una mayor almohadilla grasa.
Lo primero que debemos saber ante un pie plano infantil es distinguir si es rígido o flexible. Esta distinción se hace poniendo al niño de puntillas y con una exploración sencilla en la camilla. Mediante este test, descartaremos una patología infrecuente como es la coalición tarsiana, patología debida a una fusión de huesos en el pie que provoca un pie plano rígido y, en numerosas ocasiones, doloroso en edad adolescente.
Posteriormente, se valora la biomecánica de la marcha del niño, descalzo, donde se visualiza su patrón torsional (si mete el pie hacia dentro o fuera), si hay alteración en la forma de las rodillas (genu varo o valgo), dolor, limitación deportiva, cojera, etc.
Además, debemos valorar si hay pie plano, pie valgo (tobillo hacia dentro) o la suma de ambos (lo más habitual).
Ante un pie plano infantil sin síntomas, solo debemos seguir estos consejos básicos:
- Caminar descalzo el máximo tiempo posible.
- Calzado lo más flexible posible.
- Estimular la actividad deportiva.
¿Podemos poner plantillas a los niños?
Si, por supuesto, y nunca perjudican ya que mejoran la biomecánica. Pero si el pie es flexible y en un niño sin síntomas, no es necesario ya que es una fase totalmente normal del desarrollo del niño que no hay que tratar. Es importante explicar correctamente esto a los padres, ya que existe la falsa creencia de que “si lo hubiera tratado de pequeño, no tendría problemas de mayor”.
Además, el calzado ortopédico está prohibido en mi opinión. Solo sirve como gasto y como posible afectación de la autoestima del niño, esto último demostrado científicamente.
Pero doctor, mi hijo sigue desgastando el calzado de forma asimétrica: tenemos dos opciones, puede ponerse plantillas o bien seguir así si no hay dolor. ¿Tratamos a los niños o a los zapatos? Obviamente, a los niños y no debemos preocuparnos si no hay dolor.
También demostrado en artículos científicos está la diferencia en el pie de niños de países desarrollados y subdesarrollados. En países más pobres, donde los niños van descalzos, apenas se ven pies valgos en edades superiores a los 7-8 años, ya que “endurecen” el pie antes. En países desarrollados, es tremendamente frecuente por un exceso de calzado frígido, falta de deporte y sobrepeso.
En casos de pies planos /o valgos con dolor o cansancio prematuro al caminar, todo cambia. En estos casos, como traumatólogo infantil, lo primero que aconsejo es un estudio biomecánico por un podólogo.
En aquellos casos que no mejoran con plantillas, y en edades por encima de los 10 años (antes no), podemos comenzar a valorar la posibilidad de la cirugía para mejorar la calidad de vida del niño. Para ello, tendremos que realizar radiografías u otras pruebas complementarias.

Lo habitual en pie plano doloroso leve en adolescentes, es hacer una cirugía con un tornillo (dos técnicas, artrorrisis y calcáneo stop), sencillas, ambulatorias y con muy altas expectativas de mejoría.
En casos más severos, se realiza una cirugía más “dura” con osteotomías (corte de hueso) pero con unos resultados también magníficos.
Lo importante siempre será la indicación y llegar a la cirugía como última fase del tratamiento.