Medidas para prevenir un ahogamiento
Dra. Anna Estapé (Pediatra)
Los ahogamientos son una amenaza de salud pública que cada año suponen más de 350.000 defunciones en todo el mundo. En España en 2019 murieron 36 niños por ahogamiento, una pena muy grande. ¡Está en nuestras manos hacer que está cifra disminuya esta año!
La definición de ahogamiento más actualizada es “proceso conducente a la imposibilidad de respirar debido a sumersión/inmersión en un líquido”; y esta definición incluye tanto los resultados mortales como los no mortales. Se deben dejar de utilizar términos cómo ahogamiento seco, activo, pasivo, silencioso o secundario para su clasificación. En los últimos años ha habido mucha desinformación sobre el ahogamiento secundario o seco que han supuesto mucha angustia en los padres, y no son términos aceptados actualmente.
Existen dos grupos de edad que tienen especial riesgo de ahogamiento, los menores de 4 años, y especialmente los pequeños entre 1 y 3 años, y los adolescentes. La mayoría de ahogamientos ocurren en piscinas privadas y en situaciones donde no se esperaba que los niños estuvieran en el agua en ese momento y donde hubo una falta en la supervisión por parte de los adultos. Recordad que un ahogamiento puede ser silencioso.
Nuestro papel es clave para evitarlos así que a continuación tenéis las principales medidas de prevención que podéis tomar:
- SUPERVISIÓN CONTINUA. Es la medida de prevención más importante. NUNCA dejar a los niños solos en lugares dónde hay agua (piscinas, playas, ríos, spa, bañera…). Ni siquiera un segundo. Tampoco dejarlos bajo supervisión de otros niños más mayores. Siempre que haya niños cerca o alrededor del agua, debe haber un adulto responsable de la supervisión. Este adulto deberá mirar el agua cada 10 segundos y estar a una distancia no superior a un brazo del niño. Incluso si los niños son más mayores o ya saben nadar. El adulto responsable debe tener una atención focalizada en el agua y no distraerse con otras actividades. Esta supervisión debe ser constante, estrecha y atenta. También si existe un socorrista.
- PONER ELEMENTOS DE SEGURIDAD. Se ha demostrado que la medida más efectiva para prevenir el ahogamiento, especialmente en niños pequeños, es la instalación de una valla de 4 lados alrededor de la piscina. Con esta medida se evitan más del 50% de los ahogamientos en las piscinas. Otros elementos que se pueden plantear son las alarmas perimetrales o las alarmas de inmersión.
- APRENDER A NADAR. Las clases de natación proporcionan una capa más de protección pero no son garantía de evitar un ahogamiento. Se recomienda que sobre la edad de 4 años los niños aprendan a nadar, de todas formas, cada niño tiene su propio ritmo de desarrollo por lo tanto no todos los niños estarán preparados para aprender a nadar a la misma edad. También debemos educar a los niños que no deben nunca ponerse en el agua si están solos o nadar si no hay un adulto cerca.
- APRENDER PRIMEROS AUXILIOS. Es indispensable que padres, cuidadores, adolescentes, niños… TODOS aprendamos las maniobras de reanimación cardiopulmonar.
- MECANISMOS DE FLOTACIÓN. El mecanismo de flotación más recomendable son los chalecos, adaptados a su edad, talla y a sus características; y por supuesto siempre homologados. Los niños pequeños o que no saben nadar siempre deberían llevarlo si están alrededor o cerca del agua, aunque debéis tener en cuenta que es un sistema de ayuda, no de prevención del ahogamiento. Debéis evitar todos los elementos que sean inflables (por ejemplo los manguitos inflables o los flotadores).
Disfrutad de este verano, de jugar en playas y piscinas, pero sobre todo, mantened en vuestra mente estas medidas básicas para prevenir los ahogamientos. Por un verano feliz ☺