Tu bebé ha sido hasta ahora un pequeño explorador de sonidos, gestos y caricias.
Pero ha llegado el momento de la siguiente gran aventura: descubrir el mundo a través del sabor. Cada bocado es un mapa nuevo por recorrer, lleno de texturas y sabores desconocidos.
¿Cómo asegurarte de que este viaje sea seguro y nutritivo? Aquí tienes una guía para acompañarlo en sus primeros pasos en esta aventura.
¿Cuándo es el momento ideal para empezar la alimentación complementaria?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda iniciar la alimentación complementaria alrededor de los 6 meses, cuando el bebé ya muestra señales de estar preparado para embarcarse en esta aventura:
- Se mantiene sentado sin apoyo.
- Ha perdido el reflejo de extrusión (ya no empuja la comida con la lengua).
- Muestra interés por los alimentos y trata de alcanzarlos.
Si tu bebé cumple con estos criterios, es hora de desplegar las velas y lanzarse a explorar esta nueva etapa.
Primeros sabores: cómo empezar con la alimentación complementaria
Piensa en este proceso, como un viaje, como una exploración y no como una carrera. No es necesario que tu bebé coma grandes cantidades desde el primer día; lo importante es la experiencia e ir recorriendo ese camino en familia.
Para los primeros pasos en este viaje:
- Elige alimentos suaves y fáciles de digerir. Verduras como calabacín, zanahoria o patata son buenas opciones.
- Introduce un alimento nuevo cada 2 o 3 días. Así podrás detectar posibles alergias o intolerancias.
- Juega con las texturas. Puedes empezar con purés suaves y, poco a poco, ofrecer trozos blandos si optas por el Baby Led Weaning (BLW).
Dudas frecuentes con la alimentación complementaria
Sabemos que esta etapa de tu bebé está llena de dudas. Vamos a intentar resolverlas para ayudaros a que sea lo más sencilla (y agradable) posible.
Dulce, salado… ¿y qué pasa con los sabores fuertes?
Los bebés nacen con preferencia por lo dulce porque la leche materna tiene un sabor naturalmente dulce. Pero en esta travesía gastronómica es clave que descubran todo el mapa de sabores. Por eso no temas ofrecerle sabores nuevos.
Ten presente que:
- El amargor y la acidez también se aprenden. Verduras como el brócoli o la espinaca pueden necesitar varios intentos antes de ser aceptadas. No te rindas.
- Evita la sal y el azúcar añadidos. Deja que tu bebé descubra el sabor real de los alimentos. Ya habrá tiempo más adelante para la sal y el azúcar.
- Usa especias suaves. Un toque de canela en la manzana o de comino en la calabaza puede hacer maravillas. Es importante que sea solo una pizca para no enmascarar sabores.
¿Papillas o Baby Led Weaning (BLW)?
Otra duda frecuente es cómo hacer la alimentación complementaria. La respuesta es que no hay un método único para recorrer este camino. Algunos bebés disfrutan los purés, mientras que otros prefieren explorar con sus manos (BLW).
Son diferentes rutas hacia un mismo destino. Lo importante es que elijas la que elijas lo hagas de manera segura:
- Si optas por purés, hazlos espesos y progresivamente más grumosos.
- Si prefieres el BLW, asegúrate de que los alimentos sean blandos y fáciles de agarrar.
Consejo: Hazte la vida fácil con una vajilla que se adapte a las manos de tus peques (y a vuestro día a día).
Tres consejos finales sobre la alimentación complementaria
1- La paciencia es la clave
El rechazo a un alimento no significa que no le guste para siempre. Puede necesitar hasta 10 intentos o más antes de aceptarlo. Sigue las señales de tu bebé como si fueran coordenadas de navegación: respeta sus señales de hambre y saciedad, sin forzar.
2- Seguridad ante todo
- Nada de miel antes del año. Puede contener bacterias peligrosas.
- Evita los frutos secos enteros y trozos grandes de alimentos duros. Son un riesgo de atragantamiento.
- Siéntalo siempre en una postura erguida y supervisa cada comida.
3- Celebra cada descubrimiento
Más allá de la nutrición, la alimentación complementaria es un viaje de aprendizaje, un momento para compartir, aprender y disfrutar en familia. Una aventura en la que cada pequeño bocado es un nuevo territorio conquistado.
En definitiva, acompaña a tu bebé con curiosidad y paciencia, ayúdale en su autonomía y confianza en la comida y disfrutad lo máximo posible de cada nueva etapa que vivís juntos.
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