La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo, y cumple funciones tan importantes como la protección, control de la pérdida de líquidos o la regulación térmica, entre otras.
La piel de los bebés requiere una atención y cuidados especiales, ya que es muy sensible y tiene unas características propias, y totalmente diferentes a las de los mayores.
¿Sabías que…?
- La piel de los recién nacidos es entre un 40 y un 60 por ciento más fina que la de un adulto.
- Es muy permeable y posee menos anticuerpos que la de los adultos, por eso su capacidad de defensa frente a infecciones y alergias es menor.
- La vérnix, una capa de grasa, y el lanugo, el vello, son los principales responsables de la protección de la piel de los bebés.
- La piel de los bebés produce muy poca cantidad de melanina, por lo que es más fácil que los peques sufran quemaduras solares.
- Los recién nacidos tienden a tener una piel muy seca y con tendencia a agrietarse, esto se debe a que cuando nacen su organismo no controla aún las glándulas sudoríparas.
Como cuidar la piel de mi bebé
En el baño
- Evita dar baños muy calientes a los bebés para que la piel no se les quede reseca, áspera o agrietada. Procura que el agua tenga una temperatura de 30 a 32 grados.
- Usa un jabón suave especial para bebés y una esponja natural.
- Seca con una toalla de algodón al bebé, y evita frotarle fuerte, es mucho mejor secarle suavemente dando pequeños toquecitos.
- No olvides la hidratación, la piel de los bebés suele ser un áspera, así que aplícale crema emoliente después de cada baño.
- Aunque es una costumbre muy extendida, no es recomendable aplicarle colonia directamente en la piel, ya que puede provocarle reacciones alérgicas. Es mejor rociar la ropa con unas gotitas.
Con la ropa
- Cuando el bebé es muy pequeño, se debe evitar el contacto directo de su piel con prendas de fibras sintéticas y lanas. La ropa y toallas de tu pequeño debe ser de algodón o lino para evitar cualquier alergia.
- Aunque haga mucho frío no hay que abrigar en exceso a los bebés ya que les pueden salir granitos en el cuello, el tronco y las piernas, que pueden provocar que el bebé se rasque y se inflame la zona.
- Asegúrate de que la ropa es de su talla y no le aprieta en ningún sitio.
- No debemos lavar la ropa del bebé con con la nuestra, pues los detergentes que usamos son muy agresivos. Usa uno especial para bebés o un jabón para prendas sensibles.
Al aire libre
- Si hace sol es fundamental proteger al pequeño con una crema con una protección solar adecuada. Además, no hay que olvidar ponerle un sombrero o llevar una sombrilla en el carrito.
- Cuando salgamos al parque o al campo a pasear al bebé debemos protegerle contra las picaduras de los insectos. En las farmacias se pueden encontrar repelentes y pulseras que mantienen alejados a los insectos de los niños pequeños.
Ten en cuenta que…
- Si estás amamantando al bebé deberás límpiale la comisura de los labios después de cada toma.
- La alimentación también influye en la piel del bebé, evita los alimentos que pueden causar alergias e introdúcelos en su dieta siguiendo las pautas que te de el pediatra.
- Pon especial cuidado cuando tengas que darle alguna medicina o si vas a aplicarle alguna crema nueva, observa bien la reacción de la piel y asegúrate de que no se le irrita.
No obstante, si observas cualquier alteración en la piel de tu bebé, no dudes en consultar al pediatra, que pondrá solución a cualquier problema que pueda surgir en la piel del bebé.
Y a tí, ¿qué te han parecido estos consejos para cuidar la piel de los bebés?
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