Neus Moya. Podóloga Infantil
Cada año, cuando se acerca el verano, recibo a padres en la consulta casi con las mismas preguntas: ¿Qué zapatos le pongo en verano? ¿ Pueden ir en chanclas? Es que con calzado cerrado le suda mucho el pie…
En este post quiero responder a estas preguntas y ofrecerte una guía que te sirva a la hora de comprar calzado a tu hij@. Antes de empezar a hablar de las características del calzado, me gustaría aclarar dos conceptos:
1- TALLA DE CALZADO: el calzado debe sobrar un centímetro aproximadamente. En alguna bibliografía se habla incluso de 1,5 cm aunque personalmente, me parece demasiado.
2- NO HEREDAR CALZADO: aunque parezca que esté nuevo o prácticamente nuevo, ya se ha imprimido la huella en la palmilla del zapato y esto influirá en el siguiente pie que lo calce.

Dicho esto vamos a analizar los conceptos básicos que debe cumplir un calzado de verano.
- TRANSPIRABLE: debe ser de un tejido que permita transpirar para evitar la humedad, la maceración, mal olor e incluso hongos. Si le pones un calzado que, al quitárselo, le ves la punta de los deditos blanquecina, como si los hubiese puesto en agua, quiere decir que el calzado que lleva no le permite liberar la humedad.
- CÓMODO: este aspecto es importante en cualquier tipo de calzado, ya sea de verano o de invierno. En niños tiene mucha importancia. Por ejemplo, es desaconsejable poner una sandalia con tiras diminutas que al final, permitan que el pie se resbale ante cualquier movimiento.
Para la comodidad también es de vital importancia que la talla sea la correcta, porque tanto si nos pasamos de grandes como de justas, dará lugar a fricciones y rozaduras.

- SUJETOS AL PIE: diría que uno de los puntos más importantes a tener en cuenta en un calzado de verano, y por más de un motivo. En primer lugar porque el hecho de llevar chancla provoca una inestabilidad que da lugar a resbalones y caídas. En segundo lugar porque al caminar, cuando el niño tiene que tirar del tacón del calzado dobla los dedos, dando lugar a una garra. Por tanto, es importantísimo llevar el pie sujeto tanto por la parte anterior como por la posterior y que a donde vaya el pie, vaya el calzado
sin que el niño tenga que hacer ningún esfuerzo extra.
- SISTEMA DE REGULACIÓN: los niños pequeños suelen tener un empeine “gordito”, así que para evitar presiones no deseadas, es ideal que el zapato lleve cordones, hebilla o velcro. Aunque si quieres fomentar la autonomía del niño es ideal el velcro o el “click”.
- HORMA: la horma debe ser recta y ancha. Solo así podremos garantizar que los dedos tengan su espacio, evitando problemas de maceración o de dedos montados por culpa de la falta de espacio.
- SUELA ANTIDESLIZANTE: para evitar resbalones en sitios que se suelen frecuentar en verano.
Dicho esto, y habiendo dado estos conceptos generales, creo que es necesario diferenciar el calzado de verano para diferentes tipos de actividades o ambientes.
- ZAPATOS PARA DAR UN PASEO: zapatos de piel fina, flexibles y que pueden ser cerradas con pequeñas aberturas en la pala para facilitar la transpirabilidad.
- ZAPATOS PARA CAMINATAS: durante el verano siempre surgen excursiones por el campo, la montaña o al pueblo de al lado. Aquí nos iran bien los zapatos con una suela un poquito más amortiguada con tiras gruesas de velcro que sujeten muy bien antepié y retropié.
- CALZADO PARA DENTRO DEL AGUA: sobretodo en las piscinas públicas. Tanto si es verano como en cursos de natación de invierno se recomienda llevar unos escarpines o calcetines especiales para poder llevarlos tanto dentro como fuera del agua para evitar contagios del papiloma (verrugas plantares) como de hongos.
- ZAPATOS DE VERANO PARA IR A LA PLAYA O EN SITIOS QUE SE PUEDAN ENSUCIAR:
Suelen ser de plástico, que las podamos limpiar rápidamente sin que la arena o tierra con agua quede pegada literalmente en los zapatos. Van genial para los días de vacaciones en la playa y despreocuparte del tema calzado pero sabiendo que el niño va perfectamente calzado.
Cangrejeras para niños en verano
Uno de los zapatos estrella del verano son las cangrejeras. Cuando las compré por primera vez dudaba, porque recordaba mis “heridas de guerra” que me provocaron las cangrejeras que llevaba de pequeña. Pero me di cuenta que han evolucionado muchísimo.

Analizamos estas cangrejeras de Tutete punto por punto.
- MATERIAL: que no te recuerde al plástico de antes que se pegaba en la piel produciendo las heridas típicas. Es muy suave y agradable de llevar. A parte muy fácil de limpiar.
- SUELA: fina y flexible, permite la flexión en la zona metatarsal que es la que interesa para no dificultar el despegue del pie durante la marcha.
- SISTEMA DE REGULACIÓN: tiene una hebilla que nos permite la regulación según el empeine del peque, de manera que si tenemos un peque con el pie “gordito” no tendremos que sufrir porque le queden marcas del calzado en el empeine.
- HORMA: ancha que evita que los dedos queden demasiado juntos, dando lugar a futuras desviaciones digitales.
- SUJECIÓN: queda completamente sujeto al pie del niño, tanto por la parte anterior como por la posterior. Por otra parte, se abrocha con un “click” (situado debajo de la hebilla), sistema que favorece la autonomia del niño.
- PLANTILLA: con efecto rugoso antideslizante y sin ningún elemento anantómico marcado ( como el puente) que sabemos que no tiene ningún efecto beneficioso.

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