Los padres nos encontramos con el gran reto de entretener a nuestros hijos estos días. Como reza el refrán: Si no puedes con el enemigo, únete a él.
Se nos ha ocurrido que, una manera excelente de conseguir despegar a los pequeños de las pantallas y llenar sus horas de cuarentena de manera creativa es trasladarnos al pasado. ¡Convirtámonos en niños de nuevo para luchar contra el coronavirus en familia!
¿A qué jugabais vosotros cuando solo existía la calle? ¿Qué juegos de los 80´ y 90´ podemos realizar en casa?
Vamos a trasladarnos a una década clave: los años 80 y 90 . Entonces el patio del recreo cobraba vida, los niños corríamos, nuestros juegos eran creativos y de alta intensidad física. Compartimos un balón, elástico, comba, canicas, tazo… todo venía de casa y formaba parte del grupo. Reconozcamos que nuestros padres nos enseñaron muy bien a compartir y siempre mandaba el dueño del juego. Esa era la única regla para jugar.
¿A qué podemos jugar en casa de cuando éramos pequeños?
Canicas. Este en uno de los juegos básicos que podemos realizar en casa. Hay muchas variantes del juego (el triángulo, el guá, el bombardeo…) y es muy difícil que los niños se aburran. Las que nosotros utilizamos eran en su mayoría de cristal y con colores o formas en su interior. Hoy podemos encontrar nuevas variedades. Más grandes para la seguridad de los niños y de otros materiales. Por ejemplo estas de madera.
Elástico o goma de saltar. Con este juego se pasaba el tiempo volando. Necesitamos mínimo 3 personas. Dos para colocar en los extremos y una tercera que realiza el juego. Según colegios y localidades, jugábamos a una canción u otra. Si queréis ponerlo en práctica podéis encontrar numerosos vídeos en cualquier plataforma que os ayudarán a recordar los buenos ratos de vuestra infancia. A los niños les encanta porque la dificultad va avanzando, hacen ejercicio y es algo divertido que comparten con nosotros.
Peonza. Hace poco más de un año se volvieron a poner de moda. Ahora son mucho más acrobáticas, pero nosotros también encontrábamos nuestras mañas para conseguir hacerlas rodar y competir con ellas. Si vuestros niños son pequeños y aún no están jugando con los modelos más actuales os proponemos estas peonzas. Son de animales, realizadas en madera y podéis jugar con niños más pequeñitos.
Comba. Este sin duda marcó a un par de generaciones por lo menos. Todos los niños de la clase participaban de este juego durante horas. Si lo trasladamos a la actualidad, lo que buscamos son actividades que movilicen y entretengan a los niños en casa. Sin duda pocos ejercicios queman más calorías que la comba. Es un ejercicio muy completo que además, podéis realizar en familia.
Origami. Con un simple papel jugábamos a inventar formas. Aviones, pajaritas, barcos de papel… Todo era posible. Hacíamos come-cocos con los que desvelamos secretos solo con decir un simple número o contestamos a preguntas tan trascendentales como ¿Cuántos hijos voy a tener? o ¿A qué edad me voy a casar? Estos juegos un poco más tranquilos ayudan a los niños a desarrollar la psicomotricidad fina y la creatividad.
El teléfono escacharrado. ¡Muy divertido con los niños! ¿Os acordáis? Nos colocamos todos en fila, el primero dice una frase al siguiente al oído. Cuanto más divertida es la frase, compleja o historiada, más divertido es el juego. Sirve para reír a carcajadas pero, si queremos ofrecer una enseñanza extra a nuestros hijos, podemos enseñarles de qué manera un rumor puede generarse al ir pasando una historia de unos a otros. Perdiendo de esta forma todo su sentido y distorsionando por completo la realidad.
Tres en raya. Un juego simple con el que ayudaremos a nuestros hijos a su concentración, su desarrollo cognitivo, concentración, estrategia y a desarrollar su pensamiento lógico.
Una sugerencia: Cada día podéis decidir que alguien de casa sea quien elige el juego. Cuando os toque a vosotros, enseñadle cómo jugábamos nosotros. Es bueno aprovechar estos días para marcar turnos, abrir la mente a nuevos retos y compartir. ¡A jugar!
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