Dr. Juanjo López. Traumatología Infantil ( @drlopezmartinez)
Todos los que somos padres o tenemos a un niño pequeño a nuestro cargo tenemos pesadillas con los posibles accidentes que puedan ocurrir. Estas pesadillas se convierten en pánico si nos encontramos solos ante un accidente doméstico y motivan muchas de las consultas a urgencias hospitalarias.
En este artículo, y como traumatólogo, voy a tratar los accidentes domésticos relacionados con caídas y golpes en casa.
Sí, tener un hijo es la mayor felicidad y, sí, la felicidad va acompañada de una preocupación constante. Los niños son inquietos, son curiosos y son intrépidos. Todo esto junto provoca que se caigan, que rompan cosas, que metan los dedos en los enchufes, que se suban a todo lo prohibido y que precisen de una supervisión continua.
En primer lugar hablemos de los más importante, la prevención:
- Puertas de balcones y ventanas siempre cerradas. A ser posible, con sistemas de seguridad que hagan difícil su apertura y/o barrotes de seguridad.
- Si tenemos escaleras en casa, debemos colocar puerta de seguridad y barandillas.
- Evitar objetos pesados a su alcance, por ejemplo, la televisión. Una caída de estos objetos sobre ellos puede provocar graves lesiones.
- Mucho cuidado en la cocina con objetos punzantes, horno y productos tóxicos.
- Evitar las superficies mojadas o resbaladizas.
- No colocar muebles u objetos cerca de ventanas.
- No dejar a nuestros hijos sin atención en el cambiador.
- Evitar el tacatá.
- Si tenemos piscina en casa, precaución continua. Si podemos, lona o barrera de seguridad.

El golpe o caída que más nos preocupa es el traumatismo craneoencefálico, es decir, un golpe en la cabeza. No todos los golpes en la cabeza son preocupantes; de hecho, todos los niños se golpean la cabeza. Debemos tener varias cosas en cuenta para detectar cuándo debemos solicitar ayuda médica:
- El niño ha perdido la conciencia o está somnoliento después del golpe y no es la hora de dormir.
- Vómitos.
- Llanto que no cede o niño muy irritable.
- Salida de sangre o líquido transparente por la nariz.
- Dolor de cabeza severo.
A pesar de estos consejos, si consideramos que el golpe ha sido de una intensidad importante, debemos solicitar valoración médica. El pediatra explorará a nuestro niño y realizará pruebas complementarias si lo considera necesario o aconsejará una observación de los síntomas.

También puede pasar lo contrario y os cuento mi caso personal. Mi hijo se cayó de la cama a los 12 meses y se golpeó en la cabeza, pero a los pocos minutos ya estaba jugando y feliz de nuevo. A los dos días, y al tocarle la cabeza, nos dimos cuenta de que la zona donde se había golpeado en la cabeza estaba blanda y al niño le dolía. Pues bien, fuimos al pediatra y se vio una fractura en el hueso parietal. Lo blando era el hematoma que había hecho la fractura. Por suerte, todo sin consecuencias pero debimos haber ido por urgencias y haberlo observado mas atentamente las primeras 24-48h.
El resto de caídas en casa, mas habituales, pueden producir lesiones en huesos y articulaciones. En niños muy pequeños, por debajo de los 1-2 años, y habitualmente al caerse del cambiador o de la cama, son frecuentes las fracturas de fémur. En estos casos, si la fractura no es desplazada, el niño se quejará al movilizarle la pierna o no querrá caminar. En otros casos, la deformidad del muslo será evidente y hará que corramos a urgencias. En ambos casos, debemos acudir a un centro médico donde le realizarán una radiografía para confirmar el diagnóstico. Para movilizar a nuestro niño, mejor en bloque, es decir con los brazos en la espalda y piernas evitando el apoyo en la zona del dolor.

No es infrecuente en niños pequeños, y con caídas de poca altura, la fractura de clavícula. El niño, salvo casos de gran desplazamiento, no refiere un dolor excesivamente severo y puede referir dolor solo al elevarle el brazo al ponerle la camiseta, por ejemplo. A los pocos días nos aparecerá un bulto en la clavícula, el callo de fractura. No debemos preocuparnos, es el “pegamento” que hace que la fractura vaya a unir. Son fracturas con excelente pronóstico.

En niños más mayores, y con caídas del sofá, al subirse a una silla o “haciendo el cabra”, la articulación que más se lesiona es el codo. El codo es una articulación difícil de valorar en edad infantil, por lo que se aconseja que ante un cuadro de posible fractura o luxación, sea valorado por un traumatólogo infantil. La fractura supracondílea de codo es la estrella en los servicios de urgencias y es la fractura de mayor frecuencia de cirugía en niños. Se produce al caer apoyando el brazo y habitualmente produce una deformidad muy evidente en el codo. El niño se sujetará el brazo con el codo flexionado.
Como padres, además de organizar el traslado a un centro de urgencias, podemos hacer una férula casera colocando un cartón en la posición en la que nuestro hijo se sujeta el codo y darle vueltas al cartón con cualquier vendaje o cosa que se nos ocurra. Así podremos trasladar a nuestro hijo con menos dolor.
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