El comienzo del nuevo curso está a la vuelta de la esquina y aunque aún tenemos muy presente el verano, la realidad es que en unos días estaremos inmersos en la rutina de colegio, escuela infantil, trabajo, extraescolares y mucho más.
Lo primero de todo, y que realmente nos hace sentir que empezamos una nueva etapa, es valorar el hecho de haber desconectado durante este verano y sentirnos felices por haber salido de la rutina, sin horarios estrictos y con hábitos diferentes.
Aunque ahora nos cueste un poco volver a la dinámica del curso, es muy positivo haber parado, permitiéndonos un descanso de los hábitos y el ritmo que llevamos a cabo durante todo el año.
Pero no olvidemos, que las rutinas y los horarios son necesarios para los niños y para la mayoría de adultos, y por ello, me gustaría poder ayudaros a preparar la «vuelta al cole».
LA VUELTA A LA RUTINA
Para aquellos que ya habéis vuelto de vacaciones, os propongo ir entrando en la rutina poco a poco, para ayudar con todo el proceso a vuestros peques y que todo este cambio vaya realizándose progresivamente.
El comienzo del nuevo curso implica muchos cambios en los niños y en nosotros, los adultos.
Tras haber pasado unas semanas sin una rutina estricta, volvemos a las obligaciones y a los horarios.
Desde el momento en el que ya volvemos a casa después de haber desconectado, es importante ir estableciendo unos horarios, menos estrictos a los del curso, pero que sí que empiecen a estar presentes en nuestro día a día.
¿CÓMO PODEMOS PREPARAR EL COMIENZO DEL CURSO?
Es muy importante valorar los puntos más complicados o costosos en nuestra dinámica familiar y sabiendo cuáles son, ir realizando unos cambios progresivos de los hábitos del verano a los de la vuelta a la normalidad.
Aquí destaco algunos de los más habituales:
– Podemos comenzar con los horarios para despertarse y acostarse: una buena idea puede ser comenzar a despertar a nuestros hijos antes de las 9 de la mañana y preparar el momento de ir a dormir antes de las 9:30 o 10 de la noche, dependiendo de vuestra familia y características, para que, de este modo, vayan acostumbrándose a un horario más similar al que tendrán que tener en unos días.
También es importante contemplar el momento de la siesta. Si durante el curso no van a poder descansar después de comer, podemos ir acortándola o eliminándola, según lo que creamos más conveniente en nuestros peques.
La razón fundamental de este proceso es que nos propongamos un horario donde nuestro hijo descanse las horas necesarias para afrontar el día con energía y buen humor.
Los niños necesitan descansar para poder conectar con toda la información nueva que asimilan cada día, para poder aprender, estar activos, disfrutar y asimilar todo lo que implica el día a día.
El descanso es fundamental y suele ser uno de los principales motivos por los que los peques se muestran más irascibles, irritables o enfadados.
– También es muy importante la anticipación.
El comienzo del curso implica un momento emocional muy grande. Es el reencuentro con los amigos, el cambio de profesor, una nueva clase, comienzo de horarios, vuelta a la rutina, separación de la familia durante más horas…
Y esto no sólo va dirigido a aquellos niños más pequeñitos o a los que no les gusta el colegio, sino a todos, ya que para cada uno de ellos implica un proceso emocional impactante.
Pasan de su rutina de verano a una dinámica llena de información, con muchas expectativas, ilusiones, emociones nuevas, relaciones con otros…
Por eso a través de la anticipación, explicándole a nuestro hijo cuánto tiempo queda para comenzar las clases (podemos tachar los días en un calendario), quién será su profesor (si lo sabemos), hablándole de aquellas cosas que sabemos que le gustan del colegio o la escuelita, hablando en positivo de lo que va a comenzar (es importante que no condicionemos negativamente al niño diciendo frases como «vaya rollo volver al cole», «es mejor estar de vacaciones», …).
Nuestra predisposición hacia esta nueva experiencia de aprendizaje es decisiva para nuestros hijos.
– Acompañar emocionalmente en los cambios es imprescindible. Hay peques que mostrarán miedo, otros excesiva ilusión, otros nervios, otros negación, otros enfado… pero lo que seguramente todos harán es mostrarnos emociones y sentimientos a lo largo de estos días.
Algunos prepararán la vuelta con calma y otros más nerviosos, y durante los primeros días tendrán que ir todos adaptándose a la nueva rutina.
Es importante que durante estas semanas acompañemos emocionalmente a nuestros hijos, escuchando, teniendo paciencia, empatizando, apoyando, comprendiendo y buscando y detectando las necesidades individuales de cada uno.
– Preparar el comienzo juntos es muy positivo. Si les implicamos en el proceso, forman parte de él. Es decir, si son sujetos activos de dicho cambio, son más conscientes de lo que va a acontecer. Por lo que os animo a preparar juntos la ropa que usarán para el colegio, comprándola, ordenándola, etiquetándola con su nombre, escogiendo en la medida de lo posible…
Si podemos permitir que escojan su mochila, una agenda o unos colores, puede ser muy positivo que lo hagamos, para que el peque esté ilusionado en llevarlo, en mostrárselo a los compañeros o en estrenarlo.
– Si además durante este curso nos hemos planteado iniciar alguna extra escolar, es positivo plantearle al niño un abanico de opciones, donde pueda sentirse escuchado y podamos conocer sus preferencias.
Quizás hay ciertas actividades que queréis que lleven a cabo aunque ellos no lo deseen, como natación o inglés, pero es muy importante buscar siempre la motivación del niño y su participación.
Siempre aconsejo buscar que el peque se vea motivado y feliz a hacer lo que le proponemos. Si no es así, debemos buscar la manera de que sí lo sea y las razones de por qué no lo es.
Una predisposición positiva es más del 50% ganado para que esa actividad sea un éxito.
– Debemos alentar y motivar a nuestros hijos. Escuchándoles en sus miedos, en sus incertidumbres.
Muchas veces tememos aquello que desconocemos y nos cuesta abrirnos a un nuevo proyecto, pero con ilusión, aliento y motivación, estoy segura de que todos los peques pueden encontrar en la vuelta a la rutina un momento fantástico, cargado de posibilidades y lleno de nuevos aprendizajes de ilusión y alegría.
Seguro que con un poquito de paciencia, comprensión y cariño, la vuelta a la rutina se nos hace menos pesada y más sencilla.
Y tú, ¿cómo preparas la «vuelta al cole»? ¿Con qué dificultades sueles o temes encontrarte?
¡Te espero en los comentarios!
«La infancia es única y debe ser cuidada y respetada por todos, ya que marcará el futuro del niño y su forma de ver el mundo”.
Alejandra Melús es maestra de Educación Especial y experta en Atención Temprana e Intervención Psicomotriz y trabaja con niños de cero a seis años realizando sesiones individualizadas de tratamientos especializados.
Podéis seguirla en su blog Atención Temprana y Estimulación
3 Comments
[…] Y ya retomando el ritmo, volvemos al blog con un tema que nos preocupa mucho a los padres y por el que me preguntáis habitualmente: ¿Cómo volvemos a la rutina tras tantos días de vacaciones? ¿Cómo podemos hacerlo para que sea u… […]
Mi hijo de tres años empieza ahora el cole y mi mayor miedo es cómo pasará el período de adaptación, ya que el año pasado cambió de guardería y la adaptación fue muy difícil. Además, hace dos meses nació su hermanita, por lo que es una etapa de muchos cambios para él (para toda la familia!)
La vuelta a la rutina a veces es hasta deseada. Algunos niños se aburren con tantas vacaciones.
Así que… a trabajar!