Puedes que las chucherías, sean una de las cosas que más les gustan a los niños, y es que su sabor tan dulce y delicioso es capaz de «conquistar» a cualquiera (que a los no tan pequeños también les encantan).

Aunque estén buenísimas, es importante controlar su consumo ya que están hechas a partir de azúcares refinados y muchos hidratos de carbono que no son buenos a edades tempranas, si queremos que tengan un desarrollo bueno y saludable.

Pero… ¿qué os parecería no tener que controlar su consumo porque las chuches son buenas? No, no es ninguna tontería. Desde el Instituto Universitario de Ingeniería de Alimentos para el Desarrollo de la Universitat Politècnica de València quieren que las golosinas no sean un problema y han creado unas chucherías que no provocan caries y además aportan fibra al organismo.

Para ello, han sustituido los componentes de las chuches por isomaltulosa (un tipo de azúcar) y la oligofructosa (una fibra soluble), que mantienen su sabor dulce pero aportan esas propiedades beneficiosas.

¡Ojalá algún día se comercialicen!