Los catarros infantiles nos siguen acompañando y parece que no se van a acabar nunca… Están causados por más de 200 virus que provocan infecciones en el sistema respiratorio que en menores de tres años son más frecuentes, ya que su aparato respiratorio aún no está maduro del todo.
Los mocos detienen gran parte de esos gérmenes que llegan del exterior y que son atrapados en la nariz. Si los virus se van adentrando en el organismo, hablaremos entonces de faringitis, laringitis o bronquitis.
Mientras dure el catarro, unos 7 u 8 días le acompañarán los mocos, tos, dolor de garganta y en ocasiones fiebre. El exceso de moco líquido es molesto pero no tiene más peligro porque se elimina con facilidad. En cambio, hay otros mocos que no se eliminan, que quedan resecos en la nariz y pueden provocar infecciones a medio plazo.

En los más pequeños son muy frecuentes los constipados continuados y, a partir de los tres años, poco a poco se irán reduciendo. Esto es así porque en esas edades el contacto es más intenso y se comparten botellas de agua o besos.
Así es como pasan los virus de unas personas a otras. También por las micropartículas que saltan con la saliva al hablar o al estornudar, de mano en mano o a través de los juguetes. Por eso es tan importante lavarse las manos con frecuencia.
En edades tempranas, los remedios más efectivos que los jarabes (que se han demostrado en distintos estudios ineficaces e incluso perjudiciales en niños muy pequeños, ya que la tos sirve para expulsar los mocos y que no bajen a los bronquios) son el paracetamol y los lavados nasales con suero fisiológico y con aspiraciones de mocos.
Aspiradores nasales
- El clásico aspirador nasal de pera, con punta blanda, pensado para la limpieza de las fosas nasales de bebés y niños pequeños. Tenemos uno transparente de Canpol Babies y uno blanco de Nip. Ambos permiten una limpieza sencilla.


- Directamente por succión, este aspirador nasal tiene una punta blanda de silicona que permite extraer el exceso de mucosidad de las fosas nasales sin irritar ni dañar al bebé. La base es ancha para evitar que se introduzca más de la cuenta.

Algún consejo más
Lo mejor es intentarlo en un momento el que el bebé esté calmado, ponerle de lado para que la gravedad ayude a que el suero pase de una fosa nasal a otra.
No olvides poner una toalla bajo la cabeza del bebé para evitar que se moje el cuello de la ropa que lleve.
Y sí, sabemos que aspirar mocos no es agradable pero sí es una medida efectiva para reducir infecciones en vías aéreas, así que toca hacer de tripas corazón y aspirar…
¡Ánimo!
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