Hola yo soy María José Madarnás. Como no existe la academia donde enseñen a ser la madre perfecta, desde Maternidad Fácil busco formas innovadoras de ayudar a madres jóvenes a vivir una maternidad plena, ayudándolas a comprender las etapas del desarrollo del embarazo, el parto y la crianza de los hijos.
Lo más importante es disfrutar de cada instante, el aprendizaje viene con la experiencia.
Podéis seguirla en su blog Maternidad Fácil
El embarazo trae consigo cambios en la alineación de tu cuerpo, en el volumen de tu pecho y hasta en tus gustos alimenticios. Pero además de estas cuestiones bien conocidas, ¿sabías que tu vista también puede cambiar?
La variación en los niveles hormonales también puede afectar a tus ojos, produciendo una serie de alteraciones en tu visión que pueden ir desde la sequedad ocular, hasta un aumento de la miopía que te obligue a sustituir tus gafas habituales por unas nuevas.
Los cambios en la visión se producen principalmente porque la mayor presencia de estrógenos en el organismo facilita que se retenga más líquidos. Algunas partes del cuerpo se ven más afectadas por esto: es el caso de la córnea, que puede presentar algunas alteraciones en su superficie y ocasionar algunas dificultades para ver, especialmente de lejos.
Los cambios en la vista durante el embarazo
El cambio más común es la aparición de una falsa miopía o su aumento si la mujer ya la padecía antes. Este incremento suele ser de una o dos dioptrías. Este trastorno es transitorio y suele revertirse tras el fin de la lactancia.
Otros de los cambios que pueden producirse en este período son:
- Aumento de problemas preexistentes como el astigmatismo.
- Ojos secos a causa de una menor lubricación del ojo.
- Hinchazón de párpados, principalmente a primera hora de la mañ
- Visión borrosa o aparición de manchas en la visió
- Mayor sensibilidad a la luz.
Factores de riesgo
Aunque en la mayor parte de los casos los cambios en la vista no son peligrosos y se revierten al dejar la lactancia, existen algunos factores de riesgo que se deben tener en cuenta para asegurar una correcta salud ocular durante y después del embarazo.
Las mujeres hipertensas o diabéticas deben ser especialmente cuidadosas, pues durante el embarazo pueden tener problemas de visión más severos que las mujeres que no padecen estas condiciones.
En el caso de las mujeres diabéticas también hay riesgo de padecer hipertensión ocular, un problema que puede desembocar en un desprendimiento de retina. Las mujeres hipertensas tienen más probabilidades de sufrir una retinopatía, que produce daños en los vasos sanguíneos de la retina de no ser controlada y que puede provocar secuelas permanentes en la vista.
Si se sufre de visión borrosa, pérdida temporal de la vista, manchas o dificultades para ver bien de noche se debe consultar inmediatamente a un especialista. La prevención es fundamental para evitar que los cambios que se produzcan en la vista durante el embarazo dejen secuelas a largo plazo.
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