Esta vez le voy a quitar el testigo a Teresa  y voy a escribir yo.  Mi nombre es María.  Soy trabajadora de Tutete y mamá de una niña de 12 meses que se llama también María, Marieta para los amigos.

Una cosa que me ocurre con relativa frecuencia, cuando quedo con otras mamás y se enteran de donde trabajo, es que casi siempre me hacen la misma pregunta:   ¿Cuál es EL PRODUCTO que me tendría que comprar y no tengo?  La verdad es que no es una cosa fácil de responder porque las necesidades de cada uno son distintas.

Con la llegada del buen tiempo, empezamos a pasar más ratos en la calle que en casa y me viene así de primeras un producto estrella, al menos para mí:  El Biberón Cuchara de LOVI.

Jamás me pude imaginar que le fuera a dar tanto uso al artículo.

Es un biberón aparentemente como todos, pero que está fabricado en silicona, lo que te permite apretarlo fácilmente. Le metes en su interior la papilla y en la parte de la tetina se le coloca una cuchara (para papillas muy líquidas, rosa ó azul;  para papillas más espesas, amarillo o verde). Una vez caliente, sólo tienes que presionar hasta que salga a la cuchara la cantidad que quieres… ¡y a empezar a comer!

Se acabaron los líos de sujetar con una mano el plato, con la otra la cuchara, hacer malabarismos para limpiarle la boca… Con este biberón tengo una mano libre para bien tomar a María, llevar la servilleta, o simplemente tomarme un refresco mientras la pequeña come. A la peque le encanta comer en el biberón y encima su cuchara con punta blandita evita que le haga daño a sus encías, tan sensibles en esta etapa de su vida.

Puedo asegurar que quien me ve usándolo se queda alucinado de la facilidad y limpieza con que le doy de comer a la niña en cualquier sitio. Es más, hasta me lo llevo caliente a la calle y como la silicona aguanta más tiempo el calor, ya se lo doy directamente.

Existen de 2 tamaños – de 120 ml y 230 ml – pero para la cantidad que come mi hija (potito de 200 ml) me sirve perfectamente el pequeño (siempre entra algo más que la cantidad que marca) aunque para niños más voraces, el grande sin lugar a dudas.

Así que nada, ahora ya no puede dar pereza salir a comer con el pequeñajo.