¿A quién no le gusta disfrutar de una buena siesta de vez en cuando? Seguro que a muchos de vosotros os encanta tener ese momento de sueño reparador y tranquilidad después de comer, pues a los peques de la casa igual, sobre todo cuando cumplen los 2 años que su ritmo de vida cambia y están en pleno «momento esponjas» (absorbiendo y aprendiendo de todo lo que les rodea).
Dormir la siesta con 2 años es fundamental para su descanso y aprendizaje, si están descansados aprenderán con mayor rapidez y facilidad. Para eso, hay que estipular unos horarios de sueño, así el peque cogerá una rutina y su cuerpo le pedirá ese tiempo de sueño que necesita.
Aunque lo normal y recomendable es que el tiempo de la siesta no supere las 2 horas, cada niño tiene unas necesidades diferentes e incluso habrá días que necesiten dormir más que otros. Es bueno que cojan la rutina y duerman todos los días su siesta a la misma hora, pero no pasa nada si algún día se atrasan o adelantan o incluso si no se la echan.
La siesta es reparadora para cualquiera, así que los niños, al igual que nosotros, estarán de mejor humor después de descansar y tendrán más energía para el resto del día.
Déjales disfrutar de ese momento y que descansen a mitad del día.
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