Dr. Juanjo López, especialista en traumatología infantil y deportiva
Parece que ya vamos viendo una luz al final del túnel y que estamos despertando de esta pesadilla llamada coronavirus. Para la vuelta a la normalidad, el gobierno ha decretado unas medidas progresivas de desescalada con salidas controladas de nuestros niños (¡por fin!) y de los adultos para paseos y deporte.
Durante el confinamiento han aumentado mucho las lesiones deportivas en domicilio y es que hay gente que no ha hecho absolutamente nada pero otro grupo de gente ha hecho más deporte que nunca. Es lo que bauticé como el “síndrome del pasillo”: lesiones de rodilla derivadas de hacer deporte en el pasillo de casa con repetidos giros (hay gente que ha corrido maratones en su casa), o lesiones musculares por seguir rutinas en Youtube o Instagram, muchas de ellas también realizadas por niños. Por favor, si vamos a hacer un deporte del que no estamos habituados, debemos ponernos en manos profesionales.
Si no nos hemos lesionado en casa, con la desescalada volvemos a tener riesgos. Por ejemplo, para todo aquel que haya hecho un vuelo largo, de más de 6-8 horas. ¿Qué ocurre cuando nos ponemos de pie? Nos cuesta caminar, ¿verdad? Pues esto podemos extrapolarlo a un confinamiento de prácticamente 50 días. Atrofias musculares, pérdida de coordinación, debilidad generalizada y aumento de peso son las secuelas habituales, y éstas pueden afectar a niños y adultos.

CONSEJOS PARA LA DESESCALADA INFANTIL
Por suerte, los niños no han estado en el sofá únicamente, han saltado, corrido por el pasillo, se han caído y han hecho diabluras en casa. Pero su hábitat natural, el parque, los recreos, las carreras, el patín o la pelota, por norma general, han cambiado y su coordinación seguro que se ha visto mermada. Son más torpes.
Es por ello que es obligado dar estos consejos:
- En la vuelta a la calle, usar el sentido común (el menos común de los sentidos según Voltaire). Igual que a los adultos que no hemos conducido durante 2 meses nos va a resultar mas difícil la coordinación con el volante, a los niños les va a pasar lo mismo al montar en el patinete infantil o en la bicicleta. Será mejor una vuelta progresiva a los riegos, por ello mejor evitar las ruedas, el parkour y las volteretas de inicio.
- Comenzar con paseos y carreras a demanda y evitar alturas. No hay nada peor que comenzar la desescalada con una fractura, para niños y padres. Creedme, van a aumentar las fracturas tal y como lo hacen con el comienzo del verano.
- Muy importante: a nuestros hijos les ha crecido el pie. Lo digo por experiencia personal, el primer día de salida a la calle mi hijo no quería andar porque le apretaba el calzado. Estad atentos a ello y sed previsores con la talla de las zapatillas.
- Resulta casi imposible explicar a los niños pequeños el distanciamiento social. Por ello, evitar parques e intentar buscar zonas lo más aisladas y verdes posibles.
- Como siempre, tener mantener una hidratación y alimentación correcta. Como nos pasará a muchos de nosotros, el confinamiento habrá supuesto un aumento de peso, y esto también ocurre en niños. Debemos insistir en esto, la obesidad infantil es una “epidemia” y qué mejor que la vuelta progresiva a la normalidad y al ejercicio para recalcar esto. Como traumatólogo, son muchas las dolencias y secuelas de el aumento de peso en los niños.
- Protección solar siempre.

Con el paso de los días, y según edad del niño, podremos ir aumentando el “riesgo” de las actividades de nuestros hijos. No debemos tener pánico, el riesgo siempre está ahí con ellos. Así que debemos evitar la necesidad de meter a nuestros hijos en una burbuja de protección, son niños y deben caerse, deben tocar cosas y nosotros, como padres, debemos estar alerta.
Por norma general, los niños van a sufrir menos lesiones que los adultos en la vuelta a la “vida normal” dada su mayor elasticidad. A menor edad, menor probabilidad de lesiones típicas de adultos, como las lesiones musculares y “tendinitis”.
Si es de esperar que veamos un aumento de “dolores del crecimiento”, dolores nocturnos que despiertan a niños y padres y que ceden al día siguiente. Bastará con un masaje nocturno para volver a dormir o, como mucho, una dosis de antiinflamatorio. Al día siguiente, si se trata de estos dolores tan comunes, nuestro hijo volverá a hacer una vida normal.
Espero de corazón que pronto podamos volver a la normalidad y deseo que estos consejos consigan evitar lesiones en nuestros niños. Mucho ánimo a todos.

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