¿Qué efectos produce el sol en nuestra piel y porqué es tan importante proteger correctamente a los niños del sol?
El sol emite distintos tipos de radiación, entre ellas la radiación ultravioleta (UV), que se subdivide en UVA, UVB y UVC. La UVC no traspasa la capa de ozono pero si lo hacen las otras radiaciones. Las radiaciones UVA son las principales responsables del envejecimiento de la piel y de la aparición de arrugas y manchas, y la UVB suele ser la que produce la quemadura solar y el enrojecimiento después de tomar el sol. Es muy importante conocer que ambas están implicadas en el cáncer de piel.
El cáncer de piel es poco frecuente en los niños, pero que cada vez afecta a gente más joven. ¿Y eso por qué? Pues porque nuestra piel tiene memoria y los efectos negativos de la exposición solar son acumulativos con la edad. Cada quemadura solar que padecemos a lo largo de nuestra vida se va acumulando, aumentado nuestro riesgo de desarrollar cáncer de piel. Además, los niños son mucho más sensibles a los efectos nocivos de los rayos del sol, ya que tienen una piel más fina, una mayor superficie corporal respeto al peso, menos melanocitos (células que dan color a la piel y la protegen), más facilidad para deshidratarse y un sistema inmunitario que todavía no está completamente desarrollado.

¿Y cómo podemos prevenir el cáncer de piel?
¡PROTEGIENDONOS DEL SOL!
- Primer paso: Evitar el sol, no exponernos a él. Nunca exponer directamente al sol a menores de 6 meses y limitarla especialmente en niños menores de 3 años. Además, debemos evitar la exposición en las horas centrales del día y refugiarnos en la sombra siempre que podamos.
- Segundo paso: Usar medidas físicas de protección como por ejemplo camisetas con protección solar, gorras, sombreros de ala ancha, gafas de sol…
- Tercer paso: Usar cremas de protección solar. Los fotoprotectores tienen principalmente
dos tipos de filtros solares. Los filtros solares son sustancias que se añaden
a las cremas solares para otorgarles el efecto de protección.
- Filtros químicos o orgánicos: absorben la radiación UV y la transforman en una longitud de onda diferente inocua para la piel.
- Filtros físicos, inorgánicos o minerales: actúan como una barrera física que refleja los rayos UV. Son más seguros y por tanto son los de elección para los niños menores de 3 años.
A continuación os daré unos consejos para escoger el fotoprotector ideal para vuestros peques:
- Debe tener un factor de protección solar (FPS) de 30 o superior. Mi recomendación es un FPS de 50+.
- Ser de amplio espectro con protección contra rayos UVB (esto nos lo indica el FPS) y contra UVA (suele salir la palabra UVA con una redondita en el envase).
- Que sea resistente al agua y al roce.
- No se recomienda el uso de protectores solares en menores de 6 meses. A partir de los 6 meses se recomienda usar preferiblemente protectores solares con filtros minerales (físicos, inorgánicos). Los filtros químicos se pueden usar a partir de los 3 años.
- Si el protector solar está sin abrir, sirve hasta la fecha de caducidad que indique el envase. Si ya utilizamos el protector solar el pasado verano, este año no nos servirá. Normalmente suelen caducar a los 12 meses una vez abiertos y lo veremos reflejado en la parte posterior del envase con un símbolo que se llama PAO (“period after opening”).
Recordad, la protección solar debemos realizarla TODOS los días del año, sin importar la estación y especialmente si realizamos actividades al aire libre o acuáticas. ¡Incluso si el día está nublado! Debemos tener en cuenta el efecto multiplicador de superficies reflejantes como la nieve, la arena o el agua. Aplicaremos la protección solar antes de exponernos al sol, sobre la piel seca y en cantidad generosa. Repetiremos la aplicación cada 2 horas y siempre después del baño, de sudar o de secarnos con una toalla. Debemos insistir en zonas de fácil olvido como las orejas, los pies, los bordes del bañador, zona interna de muslos y brazos y labios. Las cicatrices deben protegerse con especial atención. Tened en cuenta que incluso estando en la sombra, podemos llegar a recibir un 50% de la radiación indirecta o reflejada.
Tener unos hábitos correctos de protección solar es indispensable para reducir el riesgo de cáncer de piel.
Y ahora sí: ¡a disfrutar del verano!

La Dra. Anna Estapé es mamá y pediatra. Trabaja cerca de Barcelona y sus especialidades son la pediatría de atención primaria y la dermatología pediátrica. Podéis leer más información sobre ella y sobre los cursos que imparte en www.annaestape.com
o en Instagram @pediatra.annaestape
Leave A Reply