La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que tras el uso de los chupetes y los biberones, hay que lavarlos con agua y jabón y, a continuación, esterilizarlos.
Es conveniente esterilizar siempre un chupete o un biberón nuevo, y a partir de ahí, será suficiente con esterilizarlos una vez al día los primeros meses, y espaciar la esterilización según los bebés se hacen mayores y aumentan sus defensas.
El debate sobre si limpiar los chupetes con nuestra saliva sigue sobre la mesa. Aunque puede ser una solución de urgencia si no tenemos otra manera, hay estudios que relacionan esta práctica con la transferencia de caries a la boca del bebé.

Cómo esterilizar chupetes
La forma más común de esterilización es hervir agua en una cazuela y sumergir en ella los biberones y chupetes alrededor de 20 minutos. Al terminar, es necesario dejarlos enfriar bien antes de dárselos al bebé de nuevo.
Para los diferentes accesorios infantiles que lavamos y necesitamos dejar secar, está bien tener su propio espacio específico que podemos delimitar con los escurridores para biberones.
El modelo de OXO Tot tiene pinchos largos que elevan los biberones y tetinas, lo que ofrece una ventilación insuperable para su secado por todas partes. Los pinchos son flexibles y se adaptan a cada pieza.
La base mide 35 x 25 cm y cuenta con un espacio específico para el cepillo de limpieza.

Para las ocasiones en que pases el día fuera de casa con el bebé, resulta muy práctico el escurrebiberones de b.box, disponible en dos colores. Cerrado ocupa muy poco (3 cm de alto, por 23,5 x 19 cm) y queda casi plano, de manera que pueda llevarse fácilmente en cualquier sitio.

Si prefieres esterilizar los chupetes de manera más cómoda, existen diferentes tipos en el mercado, como los esterilizadores de vapor, eléctricos y para microondas. Con ellos ahorrarás tiempo porque ya no tendrás que esperar esos 20 minutos.
El esterilizador de chupetes para microondas de Clevamama, por ejemplo, esteriliza hasta 6 chupetes en tan sólo 60 segundos. Basta con añadir un poco de agua que se convertirá en vapor y matará las bacterias rápidamente.
La caja puede servir también para guardar los chupetes y mantener el orden en unos meses que suelen resultar bastante caóticos, ¿verdad?

Antes de cada uso, se debe comprobar el estado de las tetinas de chupetes y biberones, sobre todo cuando los peques ya tienen dientes. Cuando se perciba desgastado o con alguna fisura hay que sustituirlo.
También por cuestiones de higiene, habría que cambiar las tetinas o reemplazar los chupetes cada dos meses.
Por cierto, se acerca el día del padre… ¿qué tal un chupete nuevo dedicado? Mira la selección que hemos hecho para este día:
https://www.tutete.com/chupetes-dia-del-padre
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