–Come, Juanito…
–Cooome…
–Venga, que te lo doy yo y acabamos antes.
Este diálogo simulado con Juanito y su mamá o su papá perdiendo la paciencia seguro que se ha repetido –y se repite– a lo largo de los años en todas las casas.
Aunque es normal y frecuente que haya momentos en que perdamos la paciencia o que un día tengamos una prisa especial, debemos saber que alentar la autonomía infantil es necesaria para su desarrollo.
La autonomía es la capacidad de cualquier persona para hacer las cosas por propia iniciativa, sin mamá o papá detrás que nos repitan algo una y otra vez. Y esta condición se alienta y se aprende progresivamente desde la primera infancia, igual que la seguridad o la toma de decisiones.
Animar la autonomía infantil
Durante la infancia podemos trabajar la autonomía de niños y niñas con pequeñas acciones relacionadas con la higiene personal, la alimentación, el descanso y las tareas en casa.
Según vayan aprendiendo a ser responsables en estas áreas que tienen que ver con su propio cuidado, estarán preparados y preparadas para más adelante tener autonomía en tareas más complicadas.
Higiene personal
Progresivamente aprenderán a lavarse las manos y secárselas, utilizar el orinal, controlar los esfínteres, pedir que se les cambie el pañal o les limpiemos la nariz y más tarde sonarse solos, tirar cosas a la basura, taparse la boca al toser, repartirse el jabón en la ducha y después también enjuagarse, cepillarse los dientes, llevar la ropa sucia al cesto…
Alimentación
Empezar a comer con las manos, beber sin ayuda del biberón o de un vaso, aprender a utilizar los cubiertos, pedir que les limpien cuando se manchan y más tarde saber limpiarse por su cuenta, ayudar a poner la mesa y recogerla al terminar.
Descanso
Quitarse la ropa antes de la ducha o para ponerse el pijama, despedirse antes de ir a la cama, meterse en la cama, aprender a dormir solos en compañía de objetos de apego o luces quitamiedos, despertarse sin llorar, respetar el descanso del resto de personas de la casa y vestirse sin ayuda.
Al comienzo, habrá que explicárselo o mostrárselo y recordárselo varias veces con paciencia porque les costará hasta que progresivamente se lo recordaremos menos hasta que ya no haga falta. Habrán adquirido el hábito y lo mejorarán con la repetición.
En ocasiones pasará como en el ejemplo del inicio y nuestro impulso será hacerlo en su lugar para adelantar pero es importante mantener la calma, ser pacientes y dejar que lo hagan. Los libros pueden ayudar a que vean esos hábitos en los personajes y los vayan integrando. También la música…
¿Recuerdas a la familia Telerín? ¿O a Casimiro? Durante muchos años nos invitaron a ir a dormir… Podéis hacer lo mismo en casa: asociar una canción con la hora de dormir, de manera que sepan que esa es la señal sin necesidad de decírselo.
Igual puede hacerse para levantarse o para ir a la ducha o poner la mesa, por ejemplo.
Por favor, ten en cuenta que cada niño y cada niña es única y tiene su propio ritmo. No les compares. Cuando pidan hacer algo sin ayuda, respétales, y cuando lo logren, dales refuerzo positivo para animarles.
Beneficios de la autonomía infantil
Conseguir autonomía personal afianza una buena autoestima, necesaria para un desarrollo sano de la persona:
- Mantendrán hábitos saludables.
- Ganarán libertad, ya que podrán desenvolverse sin necesitar a una persona adulta.
- Desarrollarán su iniciativa y su capacidad para resolver las situaciones en las que se hallen.
- Serán responsables de sí mismos.
A papás y mamás solo nos queda repetiros una cosa: ¡mucha paciencia! 🙂
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