Qué es la mamitis
La mamitis o apego se asocia a la ansiedad por la separación: es una etapa normal del desarrollo que va disminuyendo con el tiempo y la madurez del peque.
Es normal en el primer año de edad, suele intensificarse durante el segundo año de vida y disminuir a partir de esa edad.
En muchos casos, viene dado por un cambio grande con respecto a lo que era habitual: un cambio de residencia, la llegada de un hermano, cambio de cuidadores, o cambios en los tiempos que los padres pasan con los peques por trabajo u otros motivos.
Esta fase se caracteriza claramente porque el peque quiere estar siempre con su madre y si ella no está, siente angustia, inseguridad, tristeza, enfado, etc.
- Expresión de incomodidad llevada al extremo. Este comportamiento no aparece de golpe ni desaparece de un día para otro. Además, se manifiesta a causa de una suma de factores.
- Dependencia (de la madre). En esta etapa la madre lo es casi todo para su peque, es impensable una vida sin ella y a poco que se aleje, siente miedo, incertidumbre, angustia y más.
- Miedo a las novedades. Para el peque todo lo que se salta de lo habitual es complicado de enfrentar. Nadie dijo que no fueran duras las primeras veces.
- Falta de noción del tiempo. El peque no sabe calcular cuánto tiempo pasa en realidad en el momento de estar separado de su madre, y por lo tanto, podría ser muy poco y vivirse como una eternidad.
Consejos para acabar con la mamitis
- Velar por la seguridad y confianza. Ante la inquietud que provoca la separación, es lo mejor que podemos utilizar a favor de acabar con el apego extremo o mamitis.
- Paciencia y dulzura. Lo mejor es que la devolución que le hagamos sea siempre partiendo de estas dos posturas.
- Que aprenda a jugar sola o solo es clave. Para crear el hábito podemos empezar jugando juntos y en unos minutos retirarnos de forma que sepa que estamos y seguimos cerca, y que no pasa nada, que todo sigue estando bien.
- Deja que tenga tiempo para invertir en sí misma o mismo. Que haya ciertos ratitos siempre de soledad ayudarán a construir esa esfera independiente que todos necesitamos, los peques también.
- Salúdale y despídete siempre. Hazlo brevemente y sobre todo sé muy agradable, divertida, que lo asocie a algo bueno y calma es lo mejor, para ir normalizando esos momentos de separación.
- Empieza por dejarle con gente cercana y familiar. Que esté con personas que conoce y a las que tiene cariño es el modo más sencillo, y mejor, de hacerlo. Además, aliviará la angustia por la separación.
- Ambiente familiar. Lo mejor es que no haya cambios en éste: en casa u otro lugar que resulte familiar para el peque es crucial: da seguridad.
- No te separes de golpe. Es importante que el momento de la despedida sea rápido y que la separación sea corta y que se vaya convirtiendo en hábito poco a poco, de forma que tras estas pequeñas separaciones sea más fácil ir a por una mayor.
¿Tu peque ha tenido o tiene mamitis? ¿Cómo lo hacéis para pasarlo lo mejor posible?
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