Siempre se dice y de hecho es una de las primeras cosas que aprendemos sobre los bebés y el momento de cogerles en brazos, que hay que tener muchísimo cuidado y mimo a la hora de sujetarles la cabeza, por múltiples razones no es tan resistente como lo será con el paso de los años.
Como caso muy extremo, una de las posibles consecuencias de producirse un daño grave en esta zona es el denominado traumatismo craneoencefálico por maltrato, también llamado lesión cerebral traumática adquirida, o síndrome del bebé sacudido.
Se produce en todos los casos por maltrato al bebé: bien por golpes directos en la cabeza, por dejarlo caer al sueño o bien por sacudirlo o zarandearlo.
Los traumatismos craneoencefálicos son la principal causa de muerte por maltrato infantil
Este tipo de traumatismo puede estar provocado por golpes directos en la cabeza de un bebé o niño pequeño, por una caída o por zarandarlo o sacudirlo. La edad media de los bebés que lo sufren va de los 3 a los 8 meses, aunque este tipo de lesiones se detecta en niños de hasta 5 años.
Cómo se dan este tipo de lesiones
Ante todo: no se puede zarandear ni sacudir al bebé en ningún caso. Los movimientos normales con un trato normal como puede ser el de hacerle rebotar suavemente sobre las rodillas no desencadena estas lesiones.
Que este tipo de situación se produzca, por extrema e increíble que pueda parecer, sucede, y se identifican como factores clave para ello la frustración y/o el estrés que se experimenta ante el llanto continuado del bebé por sus propios padres o cuidadores.
Pase lo que pase no se puede zarandear a un bebé: las consecuencias son terribles, si se llegara a una situación tan límite como la descrita en un contexto como éste (frustración y estrés ante un llanto constante), y se hiciera esto, desgraciadamente el bebé puede dejar de llorar en un momento dado tras ello, pero no como consecuencia de calmarse, sino por la lesión cerebral que le causa.
El proceso que sigue su cabeza ante una lesión como ésta es bastante desagradable y no termina bien en ninguno de los casos. A menudo provoca lesiones irreversibles. En el peor de los casos, la muerte.
Síntomas
La gravedad depende de tres factores:
- La duración y la intensidad del maltrato
- La cantidad de episodios
- El hecho de que haya o no un impacto implicado
Síntomas más graves: los niños se presentan para recibir atención médica inconscientes, con convulsiones o en estado de shock.
Síntomas menos graves: aletargamiento, irritabilidad, vómitos, conductas de tragar y succionar deficientes, falta de apetito, ausencia de sonrisa o de vocalización, rigidez, convulsiones, dificultades para respirar, alteración de la conciencia, tamaño desigual de las pupilas, incapacidad para sostener la cabeza, incapacidad para enfocar o seguir el movimiento.
Se diagnostica en función de las siguientes señales en el bebé:
- Hemorragias en las retinas
- Fracturas craneales
- Edema cerebral
- Hematomas subdurales (acumulación de sangre que comprime la superficie del cerebro)
- Fracturas de costillas y de los huesos largos (de brazos y piernas)
- Hematomas en la cabeza, cara, cuello y/o pecho
Cómo actuar ante una lesión así
Siempre lo mejor será acudir para que un médico valore la situación y determine los pasos a seguir. Por desgracia, muchas veces se prescinde de la atención médica ante la inexistencia de síntomas graves, pasando desapercibidos estas lesiones graves.
Muchas veces requieren de un tratamiento intensivo de fisioterapia y terapia ocupacional para ayudar a que el niño adquiera las habilidades que habría desarrollado de forma natural si su cerebro no hubiera sufrido dicha lesión.
Prevención del síndrome del bebé sacudido
La prevención empieza por la información y concienciación sobre la gravedad y seriedad de las consecuencias de zarandear o sacudir a un bebé: se puede evitar en el 100% de los casos.
En el caso de que el bebé llore (más o menos incesantemente) hay ciertas rutinas para averiguar a qué se debe:
- Revisión de necesidades básicas: hambre, sed, sueño, cambio de pañal, contacto con los padres y madres, cólicos o malestar, etc.
- Descartar enfermedad
- Temperatura corporal y encías inflamadas.
- Exposición del bebé al sonido blanco
- Sonidos rítmicos que se asemejen al constate zumbido y gorgoteo que se oye dentro del vientre materno, como el ruido de una aspiradora, un secador, una secadora de ropa, una bañera llenándose de agua o un CD de ruido blanco.
- Hacer que succione para descartar que tenga hambre
- Arrullo, contacto físico.
- Temperatura exterior. Envuelve al bebé en una manta o sábana bien ajustada para que se sienta más seguro.
- Balancea suavemente al bebé
- Mécete en una mecedora, utilizando un columpio para bebés o dándole una vuelta en coche para reproducir el movimiento constante que experimentaba el bebé dentro del vientre materno.
- Coloca al bebé sobre el costado izquierdo o boca abajo
- Mientras lo sostienes en brazos y luego déjalo dormido boca arriba en la cuna, carrito o sillita.
- Camina con él o utiliza las escaleras.
- Cántale o háblale
- Ofrécele un juguete que haga ruido.
- Sácalo de paseo, en su cochecito
- Llamar a un amigo o pariente para que cuide del bebé mientras te tomas un respiro.
- Si ninguna de estas recomendaciones (y otras) funciona y el bebé sigue llorando: colócalo en la cuna boca arriba, cierra la puerta de su habitación y vuelve a ver cómo está al cabo de 3 minutos.
- Acude con el bebé a que reciba atención médica si nada parecer ayudar al bebé y éste no deja de llorar para descartar cualquier problema de salud.
Vía: Bebesencamino.com
4 Comments
Esta muy bien informa sobre estas cosas sobre todo Para madres primeriza….
Gracias Esther! La idea era informar de las consecuencias de una acción como el zarandeo o sacudida de un bebé a mamás y papás primerizos y no primerizos. Y concienciar de la gravedad del tema.
¿Cómo puede una madre o un padre zarandear a una criatura de días o meses? Bufff!!! Pobrecitos.
Hola Arantxa, la verdad es que estamos ante un tema complejo y la pregunta que lanzas no es fácil de contestar. Hablamos de una lesión que se produce por maltrato del bebé y que la mayor parte de las veces sucede como consecuencia de una ‘pérdida de los papeles’ de padres o cuidadores por el llanto incesante del bebé. Invitamos a que cada cual opine al respecto, a ver si concluimos algo, ¿qué te parece?