Cuántas veces hemos oído la típica frase de «la primavera la sangre altera», y es cierto que el cambio de estación nos afecta a todos, incluso a los niños. Es normal que en esta época del año los niños están más irritables, llorones, protestando más de lo habitual… y a la vez mucho más cansados. Pero es algo normal en esta época del año.
El cansancio o astenia primaveral les afecta porque los días son más largos y su actividad física diaria aumenta, así que el cansancio va de la mano del consumo de energía y seguro que muchos caerán rendidos en la cama por la noche, y a la mañana siguiente se les quedarán pegadas las sábanas.
Lo normal es que este cansancio vaya desapareciendo a lo largo de los días, aunque este año puede que se alargue un poco más ya que el buen tiempo no ha llegado hasta hace poco, y el cambio lo estamos notando ahora. En cuanto su organismo se acostumbre volverán a ser los de siempre.
Pero siempre podemos ayudarles a llevar mejor el cansancio primaveral gracias a una buena alimentación y ejercicio físico. Es importante que no se salten ninguna de las 5 comidas diarias e incluir en ellas alimentos como fruta, cereales, hidratos de carbono y lácteos, que les proporcionarán la energía necesaria para superar el día.
Además, deben practicar ejercicio (sin llegar a agotarse) y descansar lo suficiente.
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