La varicela es una enfermedad infecciosa muy común en los niños, es muy probable que la mayoría la acaben pasando. Se produce por un virus de la familia de los herpes que ataca el organismo y produce una erupción en la piel fácil de reconocer, acompañada en muchas ocasiones por fiebre.
Aunque es una enfermedad muy molesta, no hay que alarmarse ya que no es grave. Y la verdad, si hay que pasarla, es mejor de pequeños, que luego lo pueden pasar peor por las molestias y picores de los granitos.
Los síntomas de la varicela son muy evidentes ya que los granitos empiezan a salir por la cabeza y la espalda y se propagan al resto del cuerpo. Son de color rojo y producen picor. A medida que evoluciona la enfermedad y empieza a pasarse, los granitos se cubren con costras y se acaban secando y desapareciendo. Es normal que en ocasiones el niño tenga fiebre, dolor de cabeza y pérdida de apetito.
¿Cómo tratar la varicela?
- Lo primero es acudir al médico, ya que él se encargará de recetar los antihistamínicos o antibióticos necesarios.
- Cortar las uñas a los niños para evitar que se haga heridas al rascarse los granitos y que se produzcan posibles infecciones.
- Utilizar jabón con Ph neutro.
- Baños de agua tibia o compresas húmedas para limpiar las heridas y suavizar los picores.
- Utilizar ropa de cama suave, fresca y fina. Y evitar en todo momento tejidos ásperos que produzcan más picor.
- Vacuna para prevenir la varicela.
Siguiendo estas pautas sencillas y consultando con su médico, la varicela acabará desapareciendo sin dejar marcas en su cuerpo.
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