Si cada vez que llega la hora de la merienda hay peleas, gritos y lloros en casa porque los niños no quieren comer lo que les pones, os traemos una solución original y creativa para motivar a los peques. Unas meriendas divertidas y muy apetecibles a las que no se podrán resistir.
Frutas, verduras, fiambre y pan se convierten en simpáticos animales, bicicletas o paisajes para que llamen la atención de los niños incluso antes de comerlos. Si optáis por empezar a hacer sus meriendas así de divertidas, os aconsejamos introducir algún alimento (primero en pequeñas cantidades) que les cueste mucho comer, camuflado y con una imagen tan llamativa a lo mejor se atreven a probarlo.
¡No nos podemos resistir ni nosotros!
2 Comments
la idea es muy original y muy fantástica, los niños tienen muchas fantasía y su imaginación va más haya de lo imaginable son muy inteligente a pesar de su maravillosa inocencia.
Y nosotros tenemos que encargarnos de fomentar esa imaginación y creatividad hasta con una simple merienda. Nos alegramos de que te guste la idea 🙂