Los hidratos de carbono son muy importantes en la alimentación infantil, ya que son los encargados de nutrir su cerebro y ayudar a que se desarrolle de forma correcta. Por eso debemos aportarles la cantidad necesaria para ellos, siempre teniendo en cuenta una alimentación sana y equilibrada.

Cuando son bebés, la leche es suficiente para cumplir esta función, pero al ir creciendo, debemos aportarles hidratos de carbono extra para reforzar esa nutrición del cerebro.

Para los niños, los hidratos de carbono deben aportarles la mitad de sus calorías diarias; pero volvemos a repetir que siempre deben darse en su justa medida y dentro de una alimentación saludable. Los excesos nunca son buenos. Además, la alimentación debe complementarse con grasas, vitaminas, proteínas y minerales.

Los hidratos de carbono son fundamentales para suministrar energía, así que para mantenerla durante todo el día, es aconsejable incluirlos en el desayuno, la comida y la merienda. Además ayudan al metabolismo de las grasas y su bajo consumo puede traducirse en cansancio, fatiga, debilidad…

¿Dónde encontrar hidratos de carbono?

• Leche
• Fruta
• Cereales (trigo, avena, maíz, arroz…)
• Pan
• Pasta
• Patatas
• Legumbres

Recuerda que son fundamentales pero sin abusar de ellos, ya que puede generar problemas en la salud de los niños.