El bruxismo es un mal hábito que consiste en apretar y rechinar los dientes unos contra otros, y se da tanto en adultos como en niños. Normalmente el bruxismo suele darse por las noches, pero también puede ocurrir durante el día ya que es un acto que al final sale involuntario.

El bruxismo infantil suele producirse por estrés, nervios, ansiedad, desajuste en la dentadura o alteraciones maxilofaciales; por eso, si detectas que tu hijo empieza a rechinar los dientes por la noche, es importante llevarle al dentista lo antes posible. Es fácil corregir el bruxismo infantil, y así ellos también aprenden a cuidar su dentadura y a tener una buena higiene bucal.

Es cierto que entre los 2 y 6 años puede ser más normal que los niños rechinen un poco los dientes, pero dentro de los movimientos habituales para masticar, lo que les ayuda a reforzar la mandíbula. Es importante observarles un tiempo para asegurarte de que es bruxismo, ya que esos movimientos naturales también pueden desgastar ligeramente sus dientes.

El bruxismo suele producir dolores de cabeza, ódio, cuello, mandíbula y el desgaste de los dientes. Para evitar que los niños lo padezcan por la noche es aconsejable no realizar juegos bruscos antes de dormir, ni ver la televisión o jugar con la consola, o cualquier actividad que les altere y ponga nerviosos antes de irse a la cama.

También es importante cuidar su alimentación antes de dormir, por lo que se deben eliminar azúcares, chocolates y bebidas como la Coca-Cola.