Es normal que a los recién nacidos les den pequeños ataques de hipo, no debes alarmarte si esto ocurre ya que no pasa nada si les ocurre, es como cuando nos pasa a los adultos. Es cierto que al verles tan pequeñitos nos puede dar cosa verles «sufrir» por el hipo y queremos que se les pase lo antes posible.
En muchas ocasiones está causado por la inmadurez del sistema nervioso, ya que la falta de un buen control provoca contracciones repentinas del diafragma. Estas contracciones se pueden producir por un mal trago, por comer demasiado o rápido, por tragar aire o por un cambio de temperatura, cuando son tan pequeños son muchos los factores que les pueden afectar.
No debes asustarte si a tu bebé le entra hipo, suele durar muy poco tiempo, pero si quieres evitarlo dentro de lo posible, es bueno que no coma cuando tenga mucho hambre, debes darle el pecho antes de que quiera devorar. Si ves que empieza a comer muy rápido, retírale el pecho unos segundos para que se calme y pueda seguir mamando con más tranquilidad.
Después de darle el pecho es importante que le mantengas en posición vertical para que expulse los gases y esos no le provoquen el molesto hipo. También puedes hacer este truco si le da hipo mientras está mamando.
Si el ataque de hipo dura demasiado tiempo, nos referimos a horas incluso un día, debéis llevarle al pediatra y que él os aconseje.
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