Parece increíble a la velocidad a la que les crecen las uñas a los bebés, con lo pequeñitas y blandas que son. Precisamente por eso, debemos tener cuidado al cortarles las uñas para no dañárselas ni cortar más de lo necesario.
Cuando son bebés debemos controlar mucho más que las uñas no están largas para evitar que se arañen y hagan heridas en la cara. No debes obsesionarte y cortárselas todas las semanas, deben pasar por lo menos 15 días, pero dependerá de cada niño así que lo mejor es ir controlándolas.
Antes de empezar a cortarle las uñas el niño debe estar tranquilo, para que no haga movimientos bruscos y sea más fácil cortarle las uñas. Siempre debes utilizar unas tijeras especiales con la punta redonda que se llaman romas. Cuando sean más mayores podrás utilizar cortauñas o tijeras normales.
Debes sujetarle bien, así que si el bebé ya se mantiene sentado colócale de espaldas a ti y rodea sus brazos. Para cortar la uña sigue su forma natural, intenta que sea un corte rápido pero preciso para que el pequeño no se canse y se mueva. Si sujetas el dedo podrás manejarte mejor y él se estará más quieto.
Si ves que cortarle las uñas se puede convertir en algo «imposible», aprovecha cuando esté dormido, teniendo mucho cuidado él no se enterará y tú podrás hacerlo mucho más tranquila.
Si lo haces con cuidado y cariños seguro que te quedan perfectas.
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