Recientemente leía en Papel, el suplemento dominical de El Mundo, un reportaje que indagaba en los datos ocultos del informe PISA, esos que pasan desapercibidos pero que en muchos casos lo explican todo. Según esa indagación, el número de libros que los niños tienen en sus casas podría explicar por sí mismo sus resultados académicos. Así, por ejemplo, los niños que viven en casas donde hay más de 500 libros lograron en el examen PISA 540 puntos, casi un 28% más (423 puntos) que aquellos que vivían en hogares con menos de 11 libros. Y bueno, uno no acumula libros pensando en esto, sino porque le gusta.
Y tampoco quiere fomentar el hábito de la lectura en sus hijos pensando en su éxito académico, sino creyendo que le está marcando el camino a un mundo maravilloso, el de la lectura, que te permite vivir otras vidas sin necesidad de salir de casa.
Tips para fomentar el hábito de la lectura en tus hijos
No sé si tendremos 500 libros en casa, pero más de 200 seguro. Y la biblioteca infantil de nuestros hijos no deja de crecer. Con todo ello intentamos fomentar la lectura en ellos, sin obligarles, por supuesto (y este es el primer tip encubierto).
Aquí van cuatro consejos más que nos han funcionado de maravilla en la misión:
1. Predica con el ejemplo
Este punto es fundamental. Sin él, el resto no tienen sentido. Es mucho más fácil que tus hijos muestren atención por los libros si los ven en casa y los tienen a su alcance. Pero esto no serviría de nada si los libros cogen polvo en las estanterías como si fuesen una figura de porcelana. Si tú lees y tus hijos te ven leer, es más fácil que ellos lean. Y esto es una cadena: nuestro hijo pequeño, que ahora tiene 16 meses y ha visto desde recién nacido como cada noche le leemos cuentos a su hermana, se pasa el día trayéndonos libros para que se los leamos a él.
2. Crea una rutina
Los hábitos se crean a base de repetir acciones a diario. Nosotros empezamos a leerle cuentos por la noche a Mara, nuestra hija mayor, desde que apenas tenía año y medio (antes era imposible porque no aguantaba quieta un segundo). Hoy esa rutina está completamente instaurada y es ella misma la que cada noche, antes de acostarse, nos recuerda que le tenemos que leer tres libros.
3. Inventa un rincón de lectura
Hay padres que crean en las habitaciones de los niños preciosos rincones de lectura que invitan a abrir libros. Hay niños que prefieren leer o que les lean cuentos arropados ya en la cama. Esto depende mucho de cada uno y de las posibilidades de cada casa, pero el rincón de lectura es en cierto modo parte de la rutina. En nuestro caso tenemos la librería infantil en el salón, así que cada noche nos tumbamos juntos en el sofá, bajo la tenue luz de una lámpara de pie, a leer los libros que ha elegido Mara.
4. Déjale elegir sus libros
Los padres, yo el primero, tenemos tendencia a elegir para nuestros hijos los libros que nos gustan a nosotros. Y no está mal que así sea. Pero también debemos dejar que sean ellos quienes elijan su biblioteca, ya sea al comprar un álbum ilustrado o al coger prestado un libro de la biblioteca. Y lo mismo para el momento de la lectura. La elección debe ser suya. ¡Aunque sea la vez 500 que nos piden el mismo libro!
Adrián Cordellat es periodista y autor del blog Un papá en prácticas, en el que cuenta sus andanzas como padre novato, además de hablar largo y tendido sobre una de sus grandes pasiones: la literatura.
Papá de dos (Mara, de 4 años, y Leo, de 16 meses), también es cocreador junto a su mujer, la mamá jefa, de la agencia de comunicación y servicios periodísticos freelance Tacatá Comunicación, con la que intentan conciliar vida familiar y laboral (aunque admite que no siempre lo consiguen).
Cuenta que los días se le hacen tan cortos que nunca encuentra tiempo de afeitarse.
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